Montreal. Canadá anunció el viernes que prohibirá la importación de armas de fuego a partir del 19 de agosto, en un intento por frenar la violencia en el país.
Esas armas “tienen un sólo propósito, matar personas”, aseguró el ministro de Seguridad Pública, Marco Mendicino, en una rueda de prensa anunciando la medida.
El gobierno señaló en un comunicado que la prohibición aplicable a particulares y empresas es una medida temporal, establecida para “durar hasta que entre en vigor la congelación nacional”, que se espera suceda en el otoño boreal.
El grupo PolySeSouvient, que representa a sobrevivientes y familias de víctimas de la violencia armada, saludó lo que consideró una “medida importante e innovadora que sin duda retrasará la expansión del mercado canadiense de armas de fuego hasta que se apruebe el proyecto de ley” sobre la congelación.
La Coalición Canadiense por los Derechos de las Armas de Fuego (CCFR, por sus siglas en inglés) calificó la medida como “otro abuso del procedimiento con fines políticos.
“Si el gobierno quisiera realmente reforzar la seguridad pública, haría todo lo posible por prohibir la importación ilegal de revólveres y pistolas en Canadá”, declaró a la AFP Rod Giltaca, director general del CCFR.
En cambio, “prohíben que los canadienses autorizados y verificados posean armas de fuego legalmente, algo que han hecho desde hace más de 100 años”, agregó.
A pesar de todas las medidas de Ottawa para intentar reducir la violencia armada, los expertos se mantienen escépticos sobre su eficacia, destacando que el contrabando de armas desde Estados Unidos es el verdadero problema.
El miércoles, la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA, por sus siglas en inglés) anunció dos importantes incautaciones en el oeste del país de “armas de fuego fantasmas”, que no tienen número de serie y son difíciles de rastrear.
Desde el 1º de enero de 2019 y hasta el pasado 30 de junio, la región del Pacífico de la CBSA confiscó 581 armas de fuego en los puertos de entrada y en envíos de correo internacional.
El anuncio se produce luego de que el primer ministro Justin Trudeau reveló una propuesta de “congelación de armas de fuego” tras los recientes tiroteos en Estados Unidos, que acabaron con la vida de 21 personas en una escuela primaria de Texas y 10 en un supermercado en Nueva York.
La declaración de Trudeau incitó a los canadienses a correr a las tiendas de armas, cuyas existencias se agotaron.