La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ha identificado 660 aplicaciones de préstamos conocidas como “montadeudas”, en las que usuarios han sido víctimas de fraudes, extorsiones y amenazas, informó esta mañana el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja.
Interrogado ayer en la conferencia presidencial sobre estos casos de extorsión a través de apps, el funcionario apuntó también que se han abierto 350 carpetas de investigación en las fiscalías de diversas entidades del país, en particular en la Ciudad de México.
Manifestó que se han detectado las redes de vínculos de estos defraudadores y extorsionadores y algunos casos están por judicializarse. Víctimas de estas apps han denunciado diferentes plataformas fraudulentas como Plata Segura, Efectivo, Rapikredito, Baro Exprés y Big Pesito, entre otras.
Mejía Berdeja describió el modo de operación de los llamados montadeudas: “ofertan supuestos préstamos o créditos sin pasar por buró de crédito ni ninguna revisión, simplemente descargando las apps y luego dando permisos para que se introduzcan en tus contactos, en tus contraseñas.
“Con este mecanismo fraudulento se apoderan de la información que hay en los teléfonos celulares de quienes caen en el engaño, y a partir de ahí empieza un mecanismo de extorsión donde les exigen pagos por supuestos servicios generados, y luego van deteriorándose cada vez en una lisa y llana extorsión y amenaza de difundir imágenes de supuestos delitos cometidos por quienes son víctimas de estas aplicaciones, incluso ser exhibidos como abusadores sexuales, pederastas e incluso ya escalando hasta decir que iban a ir con violencia física contra ellos o sus familias”.
Al presentar el informe semanal sobre seguridad y combate a la impunidad, el subsecretario informó que con la reciente detención de tres personas presuntamente vinculadas al homicidio de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en Cerocahui, Chihuahua, ya suman 17 los capturados por esos crímenes, aunque el probable autor principal, José Noel Portillo Gil, El Chueco, sigue prófugo.