El Partido Acción Nacional (PAN) reiteró su crítica al presidente Andrés Manuel López Obrador por mantener la construcción del Tren Maya, “colocándose por encima de la ley, pues el desarrollo nacional no puede estar sujeto a la aspiración de un hombre, al capricho de un hombre o a la idea del mismo, sin estudios técnicos, sin proyectos. México requiere de instituciones fuertes, de contrapesos sólidos al poder presidencial”.
El dirigente blanquiazul, Marko Cortés insistió en el reproche a las obras mayores de la administración federal, entre ellos el Tren Maya, “del que nos ha quedado claro que este es un capricho más, es una ocurrencia más al margen de la ley del presidente de la República y de su gobierno, sin planeación, sin estudios técnicos, sin impacto ambiental ni transparencia y sin futuro, tal cual como ocurrió con la remodelación del Aeropuerto de Santa Lucía o la refinería de Dos Bocas”.
En una conferencia de prensa en compañía de Gabriel Quadri y José Luis Luege, el michoacano endureció el tono contra el tendido de la estructura ferroviaria, y que, si alguna vez “llegase a terminarse el tren, éste será un elefante blanco de lo más caro de la historia de México. Los especialistas dicen que siempre va a requerir subsidios para su eventual operación, igual que la refinería de Dos Bocas ya inaugurada, aunque todavía no refina y que pronto no va a refinar ni siquiera un litro de gasolina. Igual que el recién remodelado aeropuerto de Santa Lucía, el cual para operar este año está requiriendo mil 370 millones de pesos de subsidio que no están sirviendo para las y los mexicanos”.
Por su parte, José Luis Luege enfatizó las “graves violaciones al impacto ambiental, la violación más grave es haber iniciado la obra sin la aprobación del impacto ambiental, eso es penal, eso es algo muy grave. Pero hay otros aspectos fundamentales en el impacto ambiental, que, frente a una situación, digamos, como es la selva en toda esa región, lo que ordena la ley es buscar si hay áreas impactadas sobre la que se puede llevar el proyecto, concretamente el tema del tren del tramo 5, que perfectamente pudiera haber ido sobre la vialidad, sobre la zona federal de la carretera de Cancún-Tulum.
“Lo siguiente es que el impacto ambiental no puede ser parcializado en un proyecto de esta magnitud, tiene que ser una manifestación de impacto ambiental regional. No se vale hacerlo por pedacitos y de a conveniencia, sino hay que ver todo el conjunto del impacto del proyecto completo”.