De confirmarse hoy que Delfina Gómez Álvarez será la candidata a gobernar el estado de México, el Grupo Texcoco (Higinio Gómez, Horacio Duarte y la profesora como principales figuras), con el apoyo fundamental de Palacio Nacional, tendrá la más definida oportunidad de terminar en esa entidad con la larga predominancia del estilo político priísta llamado genéricamente Grupo Atlacomulco.
Mítico, sin constancia formal de su existencia, dicho Grupo Atlacomulco ha sido identificable no sólo por la negativa cultura política que produjo o la rapacidad congénita de sus integrantes, sino, también, por la capacidad de procesar sus conflictos internos sin rupturas que favorecieran a sus adversarios.
Basta recordar a algunos de sus gobernadores para mostrar el peso que tuvieron en la política nacional, en secretarías de Estado, direcciones de paraestatales, cargos diplomáticos, presidencias del Partido Revolucionario Institucional y, con Enrique Peña Nieto, la Presidencia de la República: Eruviel Ávila, Arturo Montiel, César Camacho, Emilio Chuayffet, Ignacio Pichardo, Mario Ramón Beteta, Jorge Jiménez Cantú, Carlos Hank González, Gustavo Baz, Isidro Fabela y los Alfredos del Mazo (Vélez, 1945-1951; González, 1981-1986, y Maza, 2017 a la fecha).
Dicha maquinaria tuvo durante muchos años una versión para exportación, con mapaches aplicadores de tecnología de defraudación en comicios, que eran enviados a otras entidades como apoyo a candidatos aliados. Todo tuvo/tiene tal consorcio mexiquense: poderío político y económico, control de los medios locales de comunicación, negociación y beneficio con grupos criminales explícitos y el sometimiento de la población por diversas vías.
De ser confirmada, Delfina Gómez no va en las mejores condiciones personales. Luego del fraude de 2017, cuando el entonces ocupante de Los Pinos, Enrique Peña Nieto, se obstinó en hacer ganar a cualquier costo a su primo, Del Mazo Maza, la profesora transitó hacia una senaduría morenista, luego fue coordinadora de los programas federales en el estado de México y en 2021 asumió la titularidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En el ejercicio de esa cartera educativa, la profesora Delfina no hizo nada más relevante que consumir el tiempo en espera de que llegara la candidatura mexiquense. Además, en este tramo estalló la resolución del Tribunal Electoral federal que, aun cuando no la sancionó formalmente, sí evidenció las maniobras desde la presidencia municipal de Texcoco, a cargo entonces de Gómez Álvarez, para descontar a trabajadores cuotas luego destinadas a Morena.
Tal episodio de las cuotas significó multa al partido, mas no a la presidenta municipal, por considerar el tribunal mencionado que este punto no correspondía a su jurisdicción, dejando en todo caso el expediente en condición de ser tomado por otra instancia judicial para definir inocencia o culpabilidad de la profesora (https://bit.ly/3vDVo8s).
Hoy, el presidente formal de Morena, Mario Delgado, dará a conocer los resultados de las presuntas encuestas realizadas, que según las versiones anoche filtradas favorecen a la actual titular de la SEP. Oficialmente, las encuestas servirán para designar la coordinación de la defensa de la Cuarta Transformación en el estado de México, artilugio usado de manera sistemática para evitar castigos por actos anticipados de campaña.
Un triunfo electoral de Morena el año próximo parece muy viable y podría decirse que incluso necesario. Falta ver el comportamiento del actual gobernador priísta, Del Mazo, sujeto a la tentación de la impunidad al dejar el cargo e incluso alguna recompensa diplomática si cede el paso al partido guinda. Falta ver el comportamiento del aparato tradicional priísta y su máxima ficha semivigente, Enrique Peña Nieto. En esta parte, Alejandro Gertz Manero tiene carpetas para recibir indicaciones e intentar el canje de una pieza electoral por una inacción penal. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero