Madrid. En el desolador paisaje que están dejando los incendios en España, Galicia es una de las regiones más afectadas, con alrededor de 30 mil hectáreas quemadas durante el verano y tan sólo en los dos últimos días, cuando se registró una nueva oleada de fuego, ya son más de tres mil hectáreas de monte calcinadas. La policía busca a los responsables de haber provocado el desastre natural, ya que se detectaron hasta diez puntos casi simultáneos de fuego en una región vulnerable, en la sierra de la provincia de Orense.

Isaac Chamín es un vecino de la localidad gallega de Verín, a un costado de Ábedes, que es uno de los núcleos más preocupantes del fuego en Galicía. Él mismo vivió en primera persona el avance implacable y fulminante del fuego: “Se levantaron unas llamas enormes y pasó lo peor que podía pasar. Había llamas de 20 metros de altura, así que o me iba o no salía vivo de allí”, relató con la voz asfixiada, fruto de la tos crónica que le dejo su exposición al fuego y al humo durante tanto tiempo.

España es el país de la Unión Europea (UE) que más ha sufrido los efectos del fuego en las últimas semanas, agravada por la sequedad del terreno, las olas de calor que han superado los 40 grados y la falta de lluvias. Se calcula que sólo en el país ibérico el fuego ya ha arrasado en lo que va del verano más de 240 mil hectáreas, lo que ha dejado un sinfín de efectos colaterales además de la destrucción del medio ambiente, como la devastación de pueblos y aldeas enteras, la aniquilación de la forma de vida de decenas de miles de personas y la quiebra económica de miles de familias y localidades.

En Galicia la situación se ha agravado en los últimos días, concentrándose en la provincia de Orense, donde no ha llovido casi nada en las últimas semanas y se han registrado intensas rachas de viento. Eso explica que los incendios hayan avanzada a tanta velocidad y con tal virulencia, arrasando a su caso los pueblos de Maceda, A Mezquita, Calvos de Randín y Verín, con hasta 14 mil vecinos afectados.

Los servicios de rescate y los bomberos detectaron hasta diez focos del fuego casi simultáneos, lo que demostraría que hubo intención de provocar el fuego. “Se ve en unas fotografías cómo iba prendiendo fuego en diferentes sitios”, explicó el máximo responsable de la protección de los montes gallegos, José González, que añadió que “esto acredita que era un coche desplazándose y prendiendo diferentes focos. Es una cuestión extraordinariamente grave, con 40 grados de temperatura y vientos que transportan el fuego y el humo. Que a alguien se le ocurra plantar 10 focos diferentes simultáneamente y muy cerca unos de otros, es realmente denunciable y condenable. Tan pronto controlábamos un fuego, empezaba otro en otro lado de la localidad.

Chamín, desde su condición de damnificado, advirtió que “cuando empezó a arder toda la zona de pinares ya me tuve que ir, no se podía hacer nada. Y la estampa esta mañana en mi nave era la de coches calcinados, la estructura derruida, el tejado hundido y el terreno teñido de negro”. Y los vecinos de la localidad también muestran su dolor y rabia por lo sucedido. Denuncian con impotencia que los fuegos fueron en apariencia provocados, a pesar de que las llamas se tragan la vegetación y devastan la tierra con la que se ganan la vida.

El fuego en Orense, a pesar de la virulencia, se logró controlar a última hora de la noche, pero todavía tienen que esperar a ver como evoluciona durante la noche, donde se temen nuevas rachas de viento.