Phnom Penh. El canciller chino, Wang Yi, aseguró ayer que la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, fue una “completa farsa”, una “flagrante provocación política” y una “violación maliciosa” de la soberanía, al tiempo que advirtió que “quienes ofenden a China serán castigados”.
Al concluir su estancia en Taipéi, Pelosi reiteró el apoyo de Estados Unidos a la isla, al destacar que “se trata de nuestros valores compartidos de democracia y libertad”, y cuestionó las motivaciones del mandatario chino, Xi Jinping, cuando se le preguntó sobre su fuerte respuesta a su viaje a la isla. “Si hay inseguridades del presidente de China en relación con su propia situación política, no sé”, dijo.
Al margen de una reunión de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean), realizada en Phnom Penh, capital de Camboya, Wang de nuevo criticó a Pelosi, la segunda en la línea de sucesión de Estados Unidos, después de la vicepresidenta Kamala Harris.
“Estados Unidos viola la soberanía de China bajo el disfraz de la ‘democracia’, pero quienes ofenden a China serán castigados”, advirtió Wang.
“Las fuerzas secesionistas a favor de la independencia de Taiwán representadas por la presidenta Tsai Ing-wen, a la sombra de Estados Unidos, han traicionado la justicia de la gran causa nacional”, acusó.
El jefe de la diplomacia china manifestó que el viaje de Pelosi “demuestra de nuevo que algunos políticos estadunidenses se convirtieron en generadores de problemas en la relación bilateral, y Washington ha pasado a ser el mayor destructor de la paz en el estrecho de Taiwán y de la estabilidad regional.
“Estados Unidos no debe soñar con obstruir la reunificación de China. Taiwán es parte de China. La completa reunificación es algo inevitable en la historia. No dejaremos espacio a las fuerzas de la ‘independencia’ y la interferencia externa”, insistió.
Wang manifestó que su gobierno “pone el desarrollo del país y la nación como base de su propia fuerza” y “desea coexistir de forma pacífica y desarrollarse junto a otros países”, y advirtió que “nunca se permitirá a otro país socavar la estabilidad y el desarrollo de China”.
Puntualizó que “bajo el liderazgo del Partido Comunista, mil 400 millones de chinos están avanzando hacia una modernización al estilo chino”.
En tanto, durante una reunión con la presidenta Tsai Ing-wen, Pelosi declaró en un breve discurso que “el mundo enfrenta hoy una elección entre la democracia y la autocracia”, y reiteró que “la determinación de Estados Unidos de preservar la democracia, aquí en Taiwán y en todo el mundo, sigue siendo férrea”.
Las autoridades de Taiwán mantuvieron un tono desafiante ante las amenazas de China, y desplegaron aviones para rechazar a 27 aviones cazas chinos en su zona de defensa aérea, según el Ministerio de Defensa, que añadió que 22 de ellos cruzaron lo que consideran la línea divisoria que separa la isla de China en medio de una creciente tensión.
“Frente a las amenazas militares, Taiwán no retrocederá. Mantendremos la línea de defensa de la democracia”, declaró Tsai Ing-wen.
La Defensa china prometió “acciones militares selectivas”, con una serie de maniobras militares en torno a la isla, que empezarán hoy, entre ellas “el disparo de municiones reales de largo alcance” en el estrecho de Taiwán, que separa la isla de China continental.
Pelosi llegó anoche a una base militar en Corea del Sur, donde se reunirá con líderes políticos, y después viajará a Japón.