Joey King tiene sólo 23 años, pero pareciera que ha estado en este mundo desde siempre. Incluso antes de su protagónico en El stand de los besos, apareció como la joven Marion Cotillard en Batman: El caballero de la noche asciende, y como una muñeca china en Oz: El poderoso. Tenía cinco cuando hizo de “niñita en la fiesta” en un episodio de Malcolm el de en medio, y 13 cuando hablaba con fantasmas en El conjuro. La actriz es una veterana de Hollywood que todavía a veces se siente subestimada.
La última vez que le pasó fue hace “ni siquiera hace un par de meses”, dijo haciendo un gesto que sugiere que se ha acostumbrado. “Por cómo me veo, porque soy una mujer joven y muy amable. Creo que muy a menudo soy subestimada o ignorada, así que digo: ‘Gente, no me jodan’”, contó a The Independent.
King ha sabido dar un aire de “chica común” a los papeles que ha hecho. Sus personajes parecen centrados, confiables y para nada fuera de lo ordinario. Tal vez por eso ella cree que hay quienes tratan de minimizar su potencial fuera de cámara. Con su nuevo papel, en la comedia de acción Tren Bala, la actriz espera que cambie la forma en que es vista. En la cinta personifica a una de varios asesinos contratados por separado, enfrentando misiones a bordo de un tren de alta velocidad que viaja por Japón.
La película, encabezada por Brad Pitt y que también cuenta con figuras como Aaron Taylor-Johnson y Brian Tyree Henry, así como el cameo de Sandra Bullock, es la adaptación de una novela gráfica de Kōtarō Isaka que se está perfilando para ser uno de los grandes blockbusters de este verano. También es un proyecto en el que Joey King se quiso involucrar casi de inmediato.
“Recuerdo estar en la audición y pensar ‘nunca voy a conseguir el papel pero, ya sabes, me esforzaré al máximo’, aunque también lo quería de verdad. Tenía una sensación en mi estómago de ‘tengo que conseguirlo’. En el papel de Prince, King es una asesina desconcertante: es espeluznante, feroz y malvada. Su crueldad es contraposición de la damisela en peligro intencional. “Esa es mi conexión con Prince. La subestiman sólo por su apariencia, y creo que eso es lo que personalmente siento. Por lo demás, es tan sólo una sociópata y una perra”, señaló.
Prince representa una fuerza absolutamente malvada en la historia y el personaje de Pitt es el héroe reluciente al que todo mundo está dispuesto a apoyar. “Brad dice que los papeles más divertidos que puedes hacer son el de líder y del villano”, relató. La actriz también nota que muchas veces termina hablando de él, pero eso no le pesa. “Este hombre personifica el verdadero liderazgo. Es increíble, realmente gran ejemplo de cómo se debe tratar a la gente en el set, en la vida. Es maravilloso, nunca me canso de él. Pero, ¿podrías imaginarte que te diera asco?”
Descubrimiento
Nacida y criada en Los Ángeles, King se encontraba en una posición privilegiada para empezar pronto su carrera. Uno de sus papeles infantiles más notables lo hizo en Ramona and Beezus, en 2010. Ahí se dio cuenta de que actuar no era sólo un pasatiempo, sino algo que quería seguir haciendo. Entonces la actriz tenía nueve años, “era una gran responsabilidad, pero también fue muy divertido. Por esa película pensé ‘esto es lo que quiero hacer para siempre’. No te das cuenta de niña, pero cuando creces notas que así es cómo se sentía. Me siento muy afortunada de haber sabido a esa edad lo que quería hacer y ser capaz de ello”.
En 2018 protagonizó a la adolescente con lo que se volvió un ícono, pero la franquicia de Netflix también recibió malas críticas; sin embargo, King decidió que no haría caso. “No podría estar más orgullosa de esos filmes. Me gustaron tanto y hacer ese personaje me hizo feliz”
La confianza de King ha sido trabajada como resultado de su experiencia profesional y su crecimiento personal. “En los últimos dos años he encontrado una manera de sentirme mucho más cómoda con quien soy. Me siento bien con la persona que soy, y con eso viene la capacidad de ver por ti y defender tus creencias, porque de verdad crees en ti misma”. Su ansiedad adolescente le provocó dificultades para defender las cosas que le interesaban. “Cuando atraviesas tus propias inseguridades, piensas cosas como: ‘oh, creo que tienes razón, no lo merezco… Debería quedarme callada’. Ahora es distinto, sé lo que estoy haciendo, llevo haciéndolo ya mucho tiempo. Todavía tengo mucho que aprender pero ya sé un par de cosas sobre un par de cosas”.
Ahora que ha atravesado al universo de acción, King está ansiosa por más tipos de papeles. “Creo que si me pongo muchas metas no sabré si seré feliz hasta que logre todo. De verdad, trato de parar y darme cuenta de cuán especial es una experiencia. Si interpreto mucho de lo mismo muchas veces, no me lo voy a pasar bien. No me sentiré retada. Así que ahora sólo estoy haciendo lo que se me pegue la gana”.
Tren Bala ya está disponible en salas de cine.
Traducción: Juan Ibarra