Ciudad de México. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó que hasta la mitad del año, entre lo que se ha dejado de recaudar y las devoluciones por la importación de gasolinas, ha renunciado a 166 mil 400 millones de pesos. Un recurso que no sólo ha ayudado a controlar el precio de la gasolina, sino que a la vez premia por dejar de meter combustible de manera ilegal al país.
Desde hace meses, el organismo a cargo de Raquel Buenrostro ha reportado que una parte de los “ahorros” por acotar el mercado ilegal de combustibles viene por el lado de los subsidios a la importación de gasolinas. Entre la primera mitad del año pasado y la del ahora en curso, el contrabando de estos energéticos se redujo en 43 por ciento, según estimaciones del SAT.
Entre las medidas de austeridad reportadas por el gobierno federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que el combate al robo de combustibles —conocido como huachicol— ha representado un ahorro de 215 mil 950 millones de pesos en lo que va de su administración. Además de la ordeña de ductos, el SAT también presenta el robo de combustibles vía contrabando.
Hasta junio, la Ley de Ingresos de la Federación tenía previsto recaudar 144 mil 400 millones de pesos por el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) en gasolinas y diésel. No sólo se quedó por debajo de esa cifra, sino que los subsidios vía devoluciones y otras compensaciones del fisco sumó 22 mil 100 millones de pesos durante el mismo periodo.
La recaudación que se logró en los primeros dos meses del año sumó 36 mil 200.4 millones de pesos, pero se han hecho 49 mil 235.1 devoluciones, mil 301.1 han regresado a los importadores vía compensaciones y 7 mil 719.6 millones más por medio de regularizaciones, detalla el Informe Tributario y de Gestión del SAT.
Lo anterior al final se traduce en que una vez empatadas esas cifras, el fisco ha subsidiado a los importadores con 22 mil 55.4 millones de pesos, 61.3 por ciento de ese subsidio ha ido a dar un respiro a Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya estabilización financiera es una de las prioridades de la actual administración.
El SAT detalla que “la oferta legítima de combustible, compuesta por la producción de Pemex y las importaciones sujetas al pago de los gravámenes correspondientes” sumó 214.5 millones de barriles en el periodo enero-junio de 2022, volumen de combustible que es 89 por ciento de la demanda real estimada para el periodo.
Con base en ello, el organismo estima que “26.4 millones de barriles fueron ingresados al mercado de manera ilegítima, presumiblemente por robo”, pero como contraste, este monto era de 47 millones de barriles en el primer semestre del año pasado.
En ese sentido, el costo que asumen las finanzas públicas por la renuncia a gravar las gasolinas no sólo está ayudando a reducir las tasas de inflación, sino que se ha vuelto un gasto para premiar a los importadores que trafican menos combustible.