Nueva York. Mo Ostin, un modesto gigante de la industria de la música que con una rara integridad presidió el ascenso de Warner Bros Records hasta un imperio multimillonario y ayudó a descubrir y nutrir a artistas desde Jimi Hendrix hasta Green Day, ha muerto a los 95 años.
En un comunicado Warner informó que Ostin, miembro del Salón de la Fama del Rocanrol y “uno de los más grandes hombres record (ejecutivo discográfico) de todos los tiempos”, murió el domingo “pacíficamente mientras dormía.
“Fue un campeón incansable de la libertad creativa, tanto por el talento que cultivó como por las personas que trabajaron para él. Mo vivió una vida extraordinaria haciendo lo que amaba, y lo extrañaremos en toda la industria que ayudó a crear, y por los innumerables artistas y colegas a quienes inspiró para ser lo mejor de sí mismos”, indicaron Tom Corson y Aaron Bay-Schuck, directivos de Warner Bro Records.
Bajo, calvo y de comportamiento afable, Chairman Mo nunca fue tan famoso como los magnates rivales Clive Davis o Walter Yetnikoff, pero pocos igualaron su poder o prestigio cuando la música rock se convirtió en un gran negocio. Durante décadas, Ostin prosperó con la idea simple e infrautilizada de contratar a artistas talentosos y originales y dejar que siguieran siendo talentosos y originales, ya sea Hendrix y Neil Young, Fleetwood Mac y Paul Simon, o REM y Green Day.
“Mo Ostin fue único”, tuiteó Davis. “La compañía que presidía era verdaderamente única en su manejo muy especial de artistas y la extraordinaria profundidad y variedad de talentos en su lista. Los artistas de Mo impactaron profundamente la música y la cultura contemporáneas”.
Bajo el liderazgo de Ostin, Warner fichó a Hendrix cuando el guitarrista apenas era conocido más allá de la escena de los clubes londinenses, a Fleetwood Mac cuando eran un acto de blues y Grateful Dead cuando su leyenda estaba confinada al Área de la Bahía. John Lennon y Yoko Ono, George Harrison, Nirvana, Madonna, Eric Clapton, James Taylor, Prince, REM y Guns N’Roses estuvieron entre los otros artistas que se unieron a Warner.
“La intimidación no es la respuesta”, dijo Ostin en una entrevista a Los Angeles Times en 1994. “No sé por qué, pero la gente de las empresas tiende a pensar en términos de gratificación inmediata. Claro, puedes sacar otro dólar de cualquier cosa, pero eso no es lo que hace que una compañía discográfica funcione de manera rentable”.