Ciudasd de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador enfatizó que ante la crisis de agua en el país, sobre todo en el norte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no otorgará más concesiones para la industria en esa región, en particular a mineras y para perforación mediante fracking.

Agregó que su gobierno analiza si se debe reformar la Ley de Aguas Nacionales para evitar la corrupción en la entrega de esos permisos para la explotación del recurso, pues aunque esté prohibido darlos, reconoció que en algunos casos se siguen otorgando.

En la conferencia de prensa de ayer, el mandatario dijo inclusive que ya en su administración personal de la Conagua entregó concesiones para la industria en Nuevo León, que hoy enfrenta una emergencia hídrica por la falta de abasto para uso doméstico.

En el Salón Tesorería de Palacio Nacional se le preguntó si había un plan del gobierno para evitar que en otros puntos del país suceda una crisis similar a la del área metropolitana de Monterrey, a lo que respondió:

“Hay que buscar otras formas, opciones y alternativas, porque no se va a resolver nunca el problema si van a seguir otorgando concesiones a diestra y siniestra (…) La Conagua ya no va a dar, otorgar concesiones, pero tiene que ver también con las autoridades estatales y municipales, que se cuiden estos recursos.”

Ayer La Jornada publicó una entrevista con el especialista universitario Raúl García Barrios, quien afirmó que el país “vive una corrupción sistemática en el uso” de ese recurso y habló de la necesidad de modificar la ley, para separar –también en la gestión del agua– la política de la economía, fórmula que ha planteado el presidente en otros tópicos.

El caso de La Laguna

López Obrador subrayó su oposición a que se repita el caso de la La Laguna, donde se concesionó el recurso. “No se puede repetir. Es ejemplar lo que se ha hecho en producción de leche en La Laguna, pero ya ese modelo hay que irlo trasladando a otras regiones, porque la alfalfa –indispensable para producir el lácteo– consume mucha agua”.

–¿Es necesario reformar la ley de aguas? –se le preguntó.

–Hay quienes opinan eso. Incluso hay un movimiento de defensores del agua, gente seria, respetable, no como los seudoambientalistas (que se oponen al Tren Maya). Sí están justificando que es importante la reforma a la ley del agua. Lo estamos analizando, porque estamos buscando convencer, persuadir, no imponer nada, y la gente lo está entendiendo.

Agregó que en el norte de país “hay mucha conciencia sobre la importancia del cuidado del agua y no sólo de los ciudadanos que se dedican a otras actividades o especialistas, sino también en el sector empresarial. Entonces, es cuestión de definir y también de terminar con la corrupción porque, parece mentira, puede estar prohibido y se dan las concesiones”.

En el caso de la emergencia hídrica en Nuevo León, señaló que aún son insuficientes los acuerdos para que la industria ceda al uso doméstico parte de lo que explota de agua. Dijo que ese sector usa mil 800 litros por segundo y aporta 200, además de que existen 399 concesionarios para uso industrial y sólo 60 participan en el pacto.

Además, solicitó el apoyo de la iniciativa privada en la construcción de un segundo acueducto de 100 kilómetros que conecte a la presa El Cuchillo con la zona metropolitana de Monterrey, a fin de surtir agua para uso doméstico, proyecto que contará con inversión tripartita (Federación, gobierno estatal y de los municipios).