Taipéi. En lo que China calificó como “una deplorable traición”, que será respondida con ataques “selectivos”, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aterrizó ayer en Taiwán, en la primera visita de este tipo en 25 años y que lleva a su punto más tenso las relaciones entre Washington y Pekín.
La legisladora demócrata, de 82 años, y su delegación arribaron en un avión de transporte de la fuerza aérea estadunidense al aeropuerto de Songshan, en el centro de Taipéi, y fueron recibidos por el canciller local, Joseph Wu, y Sandra Oudkirk, la máxima representante de Estados Unidos en Taiwán.
La visita “honra el compromiso incondicional compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyo a la pujante democracia de Taiwán, dijo en un comunicado el gabinete de Pelosi, quien pertenece al Partido Demócrata, el mismo del mandatario estadunidense, Joe Biden y es la segunda en la línea de sucesión a la presidencial en su gobierno, después de la vicepresidenta Kamal Harris.
“Nuestra visita es una de varias delegaciones del Congreso a Taiwán, y en modo alguno contradice la posición de larga data de Estados Unidos”, señaló la comitiva. Añadió que “la solidaridad con los 23 millones de habitantes de Taiwán es hoy más importante que nunca, ya que el mundo se enfrenta a la elección entre autocracia y democracia”.
La cancillería taiwanesa también aseguró que la visita muestra el apoyo “sólido” de Washington a Taipéi. Se tiene previsto que la jefa de la administración taiwanesa, Tsai Ing-wen, se reúna con la comitiva que lidera Pelosi hoy.
El avión en que viajaba con su delegación partió de Malasia tras una breve visita. Al principio no se aclaró hacia dónde se dirigía la comitiva como parte de su gira por Asia, pero la prensa taiwanesa reportó que llegaría anoche.
Había barricadas y fuertes medidas de seguridad frente al Grand Hyatt Hotel de Taipéi, donde la congresista se hospedó. Dos edificios de la capital encendieron carteles luminosos con frases como “Bienvenida a Taiwán, presidenta Pelosi”.
China y Taiwán están separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla. Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Pekín como representante de China, aunque siguió dando respaldo militar a Taiwán.
Esta visita no había sido confirmada, pero era muy esperada. Su avión fue el más seguido en la historia del portal Flightradar24 con más de 708 mil vistas. Pelosi es la más alta funcionaria estadunidense en visitar Taiwán desde su predecesor Newt Gingrich en 1997.
El coordinador del Consejo de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas, John Kirby, dijo que "no hay violación de la soberanía con esta visita” porque tenía el "derecho" de viajar a la isla. Afirmó que el viaje es “100 por ciento consistente” con la política de “una sola China”, y agregó que “Estados Unidos no se va a dejar intimidar por la retórica belicista”.
Minutos después de coocerse el arribo de Pelosi a Taiwán, el gobierno del presidente Xi Jinping aseveró: “Estados Unidos (…) constantemente distorsiona, oscurece y vacía de contenido el prinpicpio de “Una sola China” y advirtió. “estas acciones son como jugar con fuego, extremadamente peligrosas. Y quienes juegan con fuego, morirán quemados”.
La declaración completa divulgada por la agencia oficial Xinhua en inglés puede leerse en https://bit.ly/3oQvOZX
El canciller chino, Wang Yi, condenó la “deplorable traición” de Estados Unidos. “El principio de ‘una sola China’ es un consenso de la comunidad internacional” y la “base política de las relaciones de China con otros países”, aisnistió Wang.
El principio, por el cual Taiwán quedaría bajo soberanía de Pekín, es una “línea roja” para el gigante asiático, repitió.
Xi pidió a Biden “no jugar con fuego” en la conversación telefónica que mantuvieron la semana pasada, cuando aún no se confirmaba si Pelosi visitaría Taiwán como parte de su gira por Asia, que incluye paradas anunciadas en Singapur, Corea del Sur y Japón.
El ministerio chino de Defensa indicó que “el Ejército Popular de Liberación de China está en alerta máxima y lanzará una serie de acciones militares selectivas para (…) defender la soberanía nacional y la integridad territorial y frustrar la interferencia externa y los intentos separatistas de 'independencia de Taiwán”.
Shi Yi, vocero del Comando del Teatro del Este del Ejército chino, detalló que ayer se iniciaron una serie de operaciones militares conjuntas, así como ejercicios aéreos y navales en el espacio marítimo y aéreo, al norte, suroeste y sureste de Taiwán.
En estas maniobras se realizan disparos reales de largo alcance en el estrecho de Taiwán, y lanzamientos de prueba de misiles en la zona marítima de la parte oriental de la isla, puntualizó.
El diario oficialista Global Times informó que el ejército chino desarrolla maniobras en seis regiones que rodean a Taiwán desde hoy y hasta el domingo.
China indicó que sus aviones caza Su-35 cruzaron el estrecho de Taiwán, aunque según las autoridades taiwanesas, se trata de 21 incursiones en la Zona de Identificación de Defensa Aérea, más vasta que el espacio aéreo de un país.
Autoridades militares en Washington indicaron que varios buques de guerra estadunidenses surcaban las aguas de la región de Taiwán.
El vicecanciller chino, Xie Feng, convocó al embajador estadunidense en Pekín, Nicholas Burns, para presentarle “fuertes protestas” por la visita de la legisladora demócrata.
El Consejo de Agricultura de Taiwán alertó que la Administración General de Aduanas de China suspendió la importación de algunos productos alimenticios procedentes de productores locales por un presunto incumplimiento del sistema aduanero.
Y el ex presidente Donald Trump comentó en su red social Truth: “Por qué está la loca de Nancy Pelos en Taiwán. Siempre causando problemas. Nada de lo que ella hace sale bien (Dos intentos fallidos de juicio político, la pérdida de la Cámara, etc). Mírenla”.