Londres. El grupo de las mayores siete economías del mundo (G7) está analizando todas las opciones para mejorar la estabilidad energética global y evitar que Rusia se beneficie, incluido el bloqueo del transporte de petróleo ruso a menos que se compre a un precio establecido o por debajo de él, dijeron el martes sus ministros de Relaciones Exteriores.
“Seguimos comprometidos a considerar una serie de enfoques, incluidas las opciones para una prohibición completa de todos los servicios que permitan el transporte de petróleo crudo y productos derivados del petróleo por vía marítima rusa a nivel mundial, a menos que el petróleo se compre a un precio inferior o igual al acordado en consulta con socios internacionales”, dijeron en una declaración conjunta.
“Al considerar esta y otras opciones, también consideraremos mecanismos de mitigación junto con nuestras medidas restrictivas para garantizar que los países más vulnerables e impactados mantengan el acceso a los mercados energéticos, incluso desde Rusia”, agregó el comunicado publicado en la página electrónica del gobierno británico.
El G7 y la Unión Europea (UE) afirmaron que Rusia “no es un suministrador fiable de energía” y anunciaron que “reducirán su dependencia de productos nucleares para fines civiles” de Moscú, a través de un plan para “reducir la demanda de energía rusa” ante la guerra en Ucrania, desatada el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 y el Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, condenaron “los intentos de Rusia de convertir las exportaciones energéticas en un arma y de usarlas como una herramienta de coacción geopolítica”, al tiempo que dijeron que “actuarán en solidaridad y coordinación cercana para mitigar el impacto de las alteraciones del suministro sobre las economías y los ciudadanos del mundo”.
“Estamos trabajando para garantizar que Rusia no explote su posición como productor de energía para beneficiarse de su agresión a expensas de países vulnerables”, manifestaron, al tiempo que prometieron actuar para “asegurar suministros energéticos, estabilizar los mercados y mitigar los incrementos de los precios de la energía por las acciones rusas y las extraordinarias condiciones en los mercados”.
Por último, reiteraron su condena a la “brutal, no provocada, injustificada e ilegal guerra de agresión” lanzada por Moscú contra Ucrania y dijeron que “no reconocerán los continuados intentos de Rusia de redibujar las fronteras por la fuerza”.
Por ello, han vuelto a pedir al Gobierno ruso que “ponga fin a la guerra”, que “cese todas las hostilidades de forma inmediata e incondicional” y que proceda a “la retirada de tropas y equipamiento militar de todo el territorio de Ucrania”.