Los ataques contra mujeres jóvenes y niñas con objetos punzocortantes, agua hirviendo, sustancias químicas sobre el rostro o el cuerpo, así como encierros y amenazas, deben de ser valoradas como tentativa de feminicidio, con la finalidad de concretar la detención del agresor y la prevención de mayores riesgos para las víctimas, sostuvo Fabiola Alanís Sámano, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).

La funcionaria reiteró que en nueve de cada diez casos de muerte violenta de mujeres y niñas en razón de género, el agresor era del círculo más cercano a la víctima, ya sea su pareja sentimental, un familiar directo o amigo.

Durante una visita al municipio de Solidaridad, Quintana Roo, y la cual forma parte de una serie de recorridos por las 50 demarcaciones prioritarias en la estrategia nacional de seguridad, Alanís Sámano encabezó la primera sesión ordinaria del Sistema Municipal para Atender, Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

En el acto, la comisionada nacional subrayó que es momento de visibilizar que la mayoría de los delitos contra las mujeres en el país ocurren al interior de los hogares, mismos que deben ser atendidos como delitos graves y no sólo tratarlos como violencia familiar.

Llamó a los tres órdenes de gobierno a construir estrategias interinstitucionales e interseccionales para diseñar e instrumentar políticas públicas que atiendan a las recomendaciones de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres.

Entre las prioridades está “eliminar las violencias que viven las mujeres, a través de acciones que impidan su revictimización”, o bien, que frenen y afecten su desarrollo profesional, cultural, personal y su seguridad, indicó la comisión por medio de un comunicado.

Hasta el momento, la funcionaria ha visitado 25 de los 50 municipios prioritarios en este renglón.