Buenos Aires. Un juez que desde junio investiga a la tripulación iraní y venezolana de un avión de carga que aterrizó en Buenos Aires autorizó ayer la partida de la mayoría de sus integrantes, pero retiene aún en Argentina a siete personas, según versiones de la prensa.
El juez federal Federico Villena, que había dictado prohibición de salida del país a los 19 tripulantes del avión de la empresa venezolana Emtrasur, devolvió los pasaportes a doce de ellos, pero decidió retener todavía a cuatro iraníes y tres venezolanos.
Según el fallo divulgado por la prensa argentina, el juez consideró que aún hay elementos para investigar a los iraníes Gholamrez Ghasemi, señalado como miembro de la fuerza Al Quds; Mohammad Khosraviaragh, Saeid Vali Zadeh y Abdolbaset Mohamamadi, así como a los venezolanos Mario Arraga, Víctor Pérez Gómez y José García Contreras.
El caso tiene que ver con la llegada a Argentina procedente de México el pasado 6 de junio de un Boeing 747 que traía un cargamento de autopartes con una tripulación de 14 venezolanos y cinco iraníes.
Sin haber podido abastecerse de gasolina en Buenos Aires debido a sanciones de Estados Unidos, el avión partió hacia Uruguay el 8 de junio, pero las autoridades uruguayas le negaron el ingreso y debió regresar al aeropuerto argentino de Ezeiza.
La justicia inició entonces una averiguación bajo secreto de sumario y prohibió la salida del país de la tripulación.
El aparato pertenece a la empresa Emtrasur, una filial de la venezolana Conviasa, bajo sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Fue comprado hace un año a la aerolínea iraní Mahan Air.
Argentina considera sensible la presencia de viajeros iraníes, por las alertas rojas de captura que rigen para exgobernantes de ese país por el atentado contra el centro judío AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y unos 300 heridos.