El papa Francisco, durante su pontificado, no ha dejado de sorprender gratamente a católicos y no católicos favorables a la “opción preferencial por los pobres”, a quienes, en general, buscan la justicia social y la meta de fraternidad universal entre los seres humanos. Hasta hace unos años parecía un sueño que el jefe de la Iglesia católica pusiera de ejemplos a San Martín y Bolívar como inspiradores del ideal de unidad e integración de nuestra América.

La impronta latinoamericana de Francisco es abordada por el periodista argentino Pedro Brieger (https://bit.ly/3zcHf2Q), quien nos recuerda: la historia latinoamericana y caribeña desde la conquista española estuvo atravesada por la influencia de la espada y la cruz. Descendieron juntas de los barcos y, por lo general, estuvieron estrechamente vinculadas al poder político de las élites gobernantes. Es así que en los recurrentes golpes de Estado del siglo XX los militares que tomaban el poder lo hacían en nombre de la “civilización occidental y cristiana”.

El nombramiento del cardenal argentino Jorge María Bergoglio como papa Francisco en 2013 –afirma– tiene un aire de continuidad con la apertura de Juan XXIII, quien instó a “dejar entrar aire fresco por la ventana de la Iglesia católica”. Añade que “el contexto hoy es muy diferente al de 60 años atrás. Porque la consolidación de gobiernos democráticos permitió una mirada crítica retrospectiva hacia el rol de la Iglesia católica durante las dictaduras militares, que incluyó –además– el asesinato de sacerdotes y monjas con la complicidad de varias jerarquías eclesiásticas. Pero también trajo un aire nuevo para América Latina si tomamos en cuenta que Francisco sucedió a dos figuras conservadoras como Juan Pablo II y Benedicto XVI, y que por primera vez en la historia hay un papa latinoamericano que se identifica con la historia de la región”.

Mirar al Sur comparte los juicios de Brieger y subraya la ejecutoria de Francisco como brillante estadista y gestor de la paz, solidario con los pueblos originarios, los movimientos sociales y el cuidado de la Madre Tierra, lejos de la mediocridad de los actuales líderes estadunidenses y de la Unión Europea.

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