Tlalnepantla, Mex., Familiares y amigos de tres estudiantes universitarios que fueron agredidos el 27 de julio, en un acto de extorsión perpetrado por policías de la alcaldía de Naucalpan, se manifestaron frente a los juzgados de lo penal con sede en Barrientos, Tlalnepantla, para exigir justicia para los jóvenes, uno de los cuales recibió un balazo en la nuca.

Tres agentes ya fueron capturados luego de que el caso fue denunciado esta semana en redes sociales y por el momento están en prisión preventiva en el penal de Barrientos; en tanto, los inconformes solicitan que sea arrestado otro oficial implicado.

Este sábado en el edificio de Juicios Orales y de Control del Poder Judicial se llevó a cabo la audiencia de calificación de detención y vinculación a proceso de los tres presuntos responsables.

Los manifestantes pidieron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México que capturen al uniformado José Maldonado, que también participó en la agresión contra los estudiantes.

Exigieron la “máxima pena y captura del cuarto policía”; además solicitaron la actuación inmediata de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México y que no sea omisa ante el abuso de poder de los funcionarios de Naucalpan.

Angélica Moya Marín, alcaldesa de Naucalpan, no ha tenido ningún acercamiento ni ha hecho ningún compromiso con familiares y lesionados, acusaron los afectados, quienes aseguran que los policías de Naucalpan continúan extorsionando a los ciudadanos.

“Maximiliano, el joven que recibió el balazo en la nuca fue intervenido para la extracción de bala en el cerebro, y sigue en terapia intensiva”, narraron familiares del joven de 21 años, quien junto con sus amigos Alejandro y Eliajh, fueron golpeados y perseguidos a balazos por los cuatro guardias naucalpenses.

Los manifestantes narraron que el 27 de julio los tres estudiantes regresaban a casa en un vehículo Jeep al que se le ponchó una llanta en las inmediaciones de Periférico norte y las Torres de Satélite, cuando llegaron los municipales y argumentaron que habían rayado el pavimento y se consideraban daños públicos.

Describieron que los estudiantes fueron golpeados, dos de ellos escaparon, pero el otro fue retenido; sin embargo, logró enviar su ubicación vía celular a sus amigos, cuando de un cajero sacaba 9 mil pesos que le exigieron entregar los uniformados.

Los jóvenes regresaron por su amigo en una camioneta y al pasar frente a la sucursal bancaria le gritaron que subiera a la caja de la unidad; así lo hizo, pero los oficiales los persiguieron y dispararon en repetidas ocasiones.

Maximiliano, quien iba manejando, recibió el tiro en la nuca, perdió el control de la unidad y se impactó contra una sucursal bancaria, y no obstante esas circunstancias, los oficiales lo tundieron a golpes y cachazos, lesiones por las que sigue hospitalizado.

Uno de los muchachos tiene fractura en el brazo derecho y otro joven se encuentra policontundido, pero ambos se recuperan en sus domicilios.