Los supermercados y las tiendas de ventas a detalle han optado por una estrategia de ofrecer vestido, calzado o electrodomésticos en pagos chiquitos, un mecanismo que en ocasiones duplica el costo que pagan los consumidores.
Dicho modelo de ventas, que cada vez tiene mayor peso en sus pasillos, se presenta en un momento en el que poder adquisitivo de las familias se ha deteriorado debido a los altos niveles de inflación, que en la primera quincena de julio superó 8 por ciento.
Analistas señalan que esta estrategia de ventas de las tiendas minoristas se debe a que se han dado cuenta que los consumidores destinan sus ingresos a insumos básicos, pero las empresas deben de terminar de vender todos los otros productos que tienen en sus inventarios.
La Jornada pudo constatar que este tipo de ofertas está presente en tiendas como Suburbia, Walmart y Coppel.
En el caso de Suburbia, el servicio de “Mini pagos” es ofrecido de forma constante en los aparadores de la tienda. Son préstamos para comprar productos dentro de la tienda, no consultan historial crediticio y se solicita un enganche desde 10 por ciento del monto del valor del préstamo. Los pagos son quincenales.
Así, si una persona solicita un crédito de 4 mil pesos, da un enganche de 600 pesos y paga en 36 quincenas 183 pesos. Así, el costo total a pagar es de 7 mil 188 pesos.
Conforme el monto es mayor, el pago total aumenta. En un préstamo de 8 mil pesos, se deben dar mil 600 pesos de enganche y hacer un pago de 299 pesos en 48 quincenas, por lo que al final el desembolso es de 15 mil 952 pesos; si el préstamo es de 12 mil pesos, se debe dar un enganche de 3 mil pesos y pagar 420 pesos quincenales, lo que implica un costo total de 23 mil 160 pesos.
La tienda ofrece una televisión de 65 pulgadas con el mismo modelo de negocio. Si se paga de contado el costo es de 23 mil 999 pesos. Sin embargo, con minipagos se debe dar un enganche de 6 mil pesos y en 48 quincenas pagar 839 pesos, con lo que el costo final del producto es de 46 mil 272 pesos.
Coppel es otra tienda cuyo modelo de negocio funciona de la misma forma. Una televisión de 9 mil 999 pesos al contado, con su esquema de crédito a 24 quincenas, termina en 13 mil 699 pesos; o unos tenis cuyo precio es de mil 699 pesos, a 24 quincenas, sube a 2 mil 311 pesos.
Walmart cuenta con un mecanismo de crédito, en una aplicación que se llama Cashi, la cual ofrece financiamientos hasta por 6 mil pesos, pero sólo puede usarse en sus tiendas y la tasa de interés para el cliente depende de su riesgo de caer en impago.
Juan Carlos Jouve, director de servicio al cliente de Kantar México, indicó que actualmente los consumidores mexicanos han tenido que recortar gastos en categorías como electrodomésticos, calzado y vestido, dado que el encarecimiento de los precios los obliga a utilizar mayores recursos para los insumos básicos del hogar.
“El consumidor mexicano evalúa muy bien la oferta de meses sin intereses, los detallistas y las marcas están haciendo muchas promociones con el financiamiento para que no disminuya la velocidad de rotación de estos bienes”, dijo el especialista de Kantar.
“Estos mecanismos como los pagos chiquitos o los meses sin intereses suelen ser los que más toman velocidad; sin embargo, aún no vemos a un consumidor muy apretado o con deudas por este tipo de mecanismos… pero ahora las personas dejan de hacer gastos o inversiones en bienes duraderos para tener ingresos y destinarlos a insumos básicos”, agregó.
Jorge Tello, director de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), mencionó que este tipo de mecanismos de pagos chiquitos no es nuevo, pero ahora se ve incluso en aplicaciones de préstamos de dinero, las personas deben tener cuidado al adquirir estos productos para no sobrendeudarse.
“Este sistema de pago ha permitido por años a muchas familias adquirir bienes que le son necesarios para alguna actividad económica que realizan o bienes necesarios…pero las personas que decidan libremente hacerlo, deberán tener cuidado para no endeudarse de más y comprar lo que realmente les sea útil y necesario, no gastar por gastar.”