Ante el elevado interés en generar efectivo, recabar datos financieros personales de los clientes y propiedad intelectual de una corporación, se espera que las actividades financieras sufran el mayor número de ataques cibernéticos de aquí al 2025.
Así lo reveló el estudio Riesgo y ciberseguridad, elaborado por Tata Consultancy Services, que destaca los problemas más preocupantes a los que se enfrentan las grandes empresas. El mundo está atravesando una era de “hiperdigitalización” en diferentes industrias en Latinoamérica, y a medida que los productos, servicios y procesos se vuelven cada vez más digitales e insertos en ecosistemas, muchas áreas de una organización se consideran más vulnerables a los ciberataques.
Priorizar las amenazas implica tanto la probabilidad de un ataque exitoso como su impacto. Las dos mayores amenazas que enfrenta una empresa de servicios financieros en Estados Unidos, por ejemplo, son la pérdida de datos y un ataque que interrumpa el negocio.
“El primero es más probable, pero potencialmente menos impactante. Lo segundo es menos probable, debido a algunos de los controles que se tienen. Pero si sucede, tendrá un daño significativo a la reputación”, precisó Tata Consultancy Services.
El estudio entre 600 gerentes de seguridad informática, que proceden de empresas con sede en América del Norte, Europa y el Reino Unido, destaca que enfrentan una avalancha sin precedente de amenazas cibernéticas y mayores riesgos, ya sea para datos comerciales, datos de clientes, sus operaciones, secretos comerciales o sus cadenas de suministro, entre los cuales están los servicios bancarios y financieros, manufactura, servicios públicos y servicios de medios e información.
Los servicios bancarios y financieros ocupan la posición número uno en la perspectiva de una mayor cantidad de ataques cibernéticos; le siguen las bases de datos de clientes e investigación y desarrollo (I+D).
A pesar de años de inversión en evaluación de riesgos y herramientas de seguridad, muchos directores de seguridad de la información y directores de riesgos se sienten preocupados o incluso abrumados por su capacidad para enfrentar las amenazas cibernéticas actuales.
Proteger a sus organizaciones de una creciente cantidad de amenazas cibernéticas requiere tecnología avanzada, pero igual de importante, requiere un liderazgo y partes interesadas estratégicamente alineadas para luchar contra las amenazas en desarrollo más críticas y recuperarse rápidamente de los ataques cuando ocurren.