Ciudad de México. Por violaciones graves a los derechos humanos a la vida, a la integridad y seguridad, y por el uso ilegítimo de la fuerza contra una persona, atribuibles a por lo menos dos elementos de la Secretaría de Marina (Semar), esto en Matamoros, Tamaulipas, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió la Recomendación 66VG/2022, al titular de dicha dependencia, el almirante José Rafael Ojeda Durán.
En la queja presentada por la víctima ante la CNDH, expuso que el 2 de diciembre de 2014, mientras circulaba a bordo de una camioneta en compañía de un grupo de amigos, fue detenido indebidamente por elementos de la Semar, mismos que, al confundir su vehículo, le dispararon e hirieron en el hombro y la espalda baja. Agregó que fue sometido y amenazado con violencia para luego ser llevado a un hospital donde fue intervenido quirúrgicamente.
Detalló además, que cuando fue dada de alta, elementos de la Marina lo trasladaron a oficinas de la Fiscalía General de la República (FGR), y que, en el trayecto, fue golpeado, insultado y amarrado con una toalla en la cabeza, para luego ser llevado a un cuartel, en donde le rociaron gasolina en las heridas producidas por los disparos que había recibido durante la agresión, lo que resultó en daños en el brazo, afectación en los tendones, una lumbalgia crónica y afectaciones nerviosas.
En la integración del expediente, la CNDH recabó evidencias suficientes para comprobar violaciones graves al derecho a la vida, así como para acreditar el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza, y el uso ilegítimo de armas de fuego por parte del personal de la Semar.
Comprobó que tanto la víctima como sus acompañantes resultaron negativos en análisis para detectar la presencia de plomo u otros elementos que comprobaran el uso de armas de fuego, con lo que se desacreditó la versión de la Semar de que sus elementos actuaron para repeler una agresión armada proveniente del vehículo detenido, y se comprobó que el uso de la fuerza aplicado no fue gradual, proporcional, adecuado ni dirigido a un fin legítimo, por lo que la víctima fue objeto de uso excesivo e innecesario de la fuerza.
Por estos hechos, la CNDH solicitó a la Semar, se brinde a la víctima la reparación del daño, asimismo, “la más amplia colaboración para el esclarecimiento de los hechos”, y como medida de no repetición, se deberá diseñar e impartir un curso integral en materia de derechos humanos, en relación con lo dispuesto en el Manual de Uso de la Fuerza, dirigido al personal que participa en tareas de seguridad pública por parte de dicha dependencia.