Lima. El presidente peruano, Pedro Castillo, defendió su gestión ayer en un mensaje al país al cumplir su primer año de gobierno cercado por cinco investigaciones por presunta corrupción, que atribuyó a una campaña mediática.
“Exigen la vacancia (destitución) no por falta de resultados o por inexistentes imputaciones, sino por intereses privados y por evitar los cambios que mi gobierno se empeña en cumplir”, dijo Castillo ante el Congreso de mayoría opositora.
“Me someto a la justicia para aclarar los delitos que se me pretenden imputar, para aclarar los proceso ante la justicia”, resaltó durante su mensaje sobre el estado de la nación, en el que dedicó varios pasajes a rechazar las denuncias en su contra.
La líder opositora Keiko Fujimori pidió a Castillo que renuncie.“Y si no lo hace, será el pueblo y sus representantes quienes terminen con este gobierno nefasto”, advirtió en Twitter. La tensión durante su alocución fue patente: una veintena de los 130 congresistas se retiró en protesta y otro grupo le dio la espalda.
“¡Corrupto!”, exclamó la legisladora conservadora Patricia Chirinos. El gobernante cerró su discurso, que coincide con el día nacional de Perú, en medio de un abrupto griterío desde la bancada del partido fujimorista: “¡Renuncia corrupto, fuera corrupto!”.
“¡Fujimori nunca más!”, replicó la minoritaria bancada de la coalición izquierdista que apoya a Castillo. Mientras, afuera del Congreso, cientos de manifestantes marcharon reclamando que el presidente deje el cargo. En paralelo, una menos nutrida movilización de colectivos y sindicatos marchó en apoyo al mandatario.