Kiev. Un ataque ruso causó ayer al menos cinco muertos y 25 heridos, entre ellos militares, en Kropivnitski, en el centro de Ucrania, anunció ayer el gobernador regional Andriy 12 Raikovitch, quien precisó que los bombardeos destruyeron “equipos aeronáuticos”.
“Dos hangares fueron alcanzados (...) Hasta el momento, 25 personas fueron trasladadas a centros médicos. Cinco víctimas más fallecieron”, indicó en un video en Telegram Andriy Raikovitch, jefe de la región de Kirovgrad.
Citado por la agencia Interfax-Ucrania, Raikovitch precisó que había 12 soldados entre los heridos y que los bombardeos destruyeron “equipos aeronáuticos”, un avión civil An-26 y aeronaves de entrenamiento, así como edificios colindantes.
Kropivnitski fue blanco de ataques rusos el sábado que dejaron tres muertos, incluido un militar, y otros nueve soldados heridos.
Después, los bombardeos se dirigieron a la infraestructura ferroviaria y a un aeródromo militar.
La ciudad de Kropivnitski contaba antes de la invasión rusa con unas 220 mil habitantes y se encuentra a unos 300 kilómetros al sur de Kiev.
Funcionarios ucranios informaron el jueves de ataques con misiles rusos contra varios objetivos, incluida una base militar en la región de Kiev, así como la región de Járkov.
Además, las fuerzas rusas lanzaron masivos ataques con proyectiles de largo alcance sobre las regiones de Kiev y Chernígov, que no habían sido alcanzadas en las últimas semanas, indicó el gobernador regional de Kiev, Oleksiy Kuleba. Después de suspender sus ataques alrededor de la capital a finales de marzo, las fuerzas rusas centraron su ofensiva en el sur y en el este de Ucrania, aunque siguen bombardeando otras partes del territorio.
En la provincia de Donietsk, que junto a la de Lugansk conforma la región del Donbás (este), las tropas de Moscú continúan su avance cerca de Síversk y Bajmut. La región, que Rusia busca conquistar por completo, está controlada en parte por separatistas prorrusos desde 2014.
En la región ocupada de Jersón, las tropas ucranias llevan a cabo una contraofensiva para recuperar el territorio perdido tras cinco meses de conflicto.
“Es una mañana agitada. Una vez más, tenemos el terror de los misiles”, señaló en Telegram el presidente ucranio, Volodymir Zelensky. Ucrania “no se rendirá y no bajará los brazos”, añadió.
Al menos una persona murió y dos resultaron heridas en un ataque en la región de Dnipro, en el centro del país, según el gobernador Valentin Reznichenko.
En el noreste, dos ataques con misiles S-300 alcanzaron la segunda ciudad ucrania, Járkov, en la madrugada.
“Estás seguro solamente en los refugios y en el metro. Pero eso es todo”, lamentó su alcalde, Igor Terejov, en una entrevista con la Afp.
La ciudad, a pocos kilómetros de la frontera rusa, sufre intensos bombardeos, aunque los rusos nunca lograron ocuparla.
En Mikolaiv, próxima al mar Negro, otro bombardeo “masivo” destruyó una escuela e hirió al menos a una persona, según el gobernador regional Vitaliy Kim.
La víspera, las autoridades de ocupación denunciaron que un ataque ucranio había alcanzado el puente Antonovski sobre el río Dniéper. La infraestructura, que quedó “muy dañada” según Kiev, es clave para el suministro de servicios y víveres a la ciudad y el abastecimiento de las tropas de Moscú.
Tanto en Jersón como en la vecina Zaporiyia, también ocupada por Moscú, las fuerzas de ocupación reportaron haber arrestado a 21 “cómplices” del ejército ucranio, quienes portaban armas y varios explosivos.
En tanto, funcionarios estadunidenses estiman que al menos hay 75 mil rusos muertos o heridos, desde el inicio de la guerra. No precisaron cómo hicieron el cálculo.
Rusia confirmó que mantiene conversaciones con Estados Unidos para un intercambio de prisioneros, afirmó la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajárova.
Agregó que la “imagen” del presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, está “podrida” y reprobó la “promoción” por parte de medios occidentales de la figura de su esposa, Olena Zelenska, tras la publicación de un reportaje fotográfico en la revista de moda Vogue, que fue ampliamente criticado y calificado de “frívolo” y “superficial” con la guerra como trasfondo en redes sociales.