Puebla, Pue., Puebla padece la peor sequía de los últimos ocho años, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua). El organismo dio a conocer que 58 de los 217 municipios de la entidad experimentan algún grado de estiaje, cuando el año pasado ninguna localidad se encontraba en esta condición.

La presa Manuel Ávila Camacho, mejor conocida como Valsequillo, registra muy bajos niveles y, a diferencia de años anteriores, en plena temporada de lluvias pueden verse en su embalse basura, neumáticos e incluso tinacos en zonas antes cubiertas de agua.

A pesar de la evidente disminución del líquido en la presa Ávila Camacho, el río Atoyac todavía fluye hacia el drenaje de Valsequillo para regar la zona agrícola de Tecamachalco, pues el gobierno federal abrió las compuertas.

Las marcas de agua en los muros del embalse son evidencia de que el agua descendió en forma significativa: más de 50 por ciento, según Héctor Salazar, encargado de la Subdirección de Infraestructura Hidroagrícola de la Conagua en Puebla.

Durante un recorrido, La Jornada de Oriente observó a personal de la Conagua revisando el funcionamiento del vaso, al igual que a gente deteniéndose en su camino hacia Huehuetlán El Grande y Tzicatlacoyan al percibir el menguado nivel de la presa.

A los lugareños también les sorprende que a pesar de que corre el mes de julio, las lluvias no han sido las de otros años, cuando por estas fechas el agua proveniente del Atoyac dotaba al embalse de un caudal abundante.

En entrevista, Salazar reconoció que este año ha habido precipitaciones inusualmente bajas; sin embargo, rechazó que el nivel de la presa esté relacionado con la sequía que afecta al estado. Asimismo, señaló que hace unas semanas se abrieron las compuertas de la presa para irrigar sembradíos que se encuentran aguas abajo del Atoyac.

El funcionario dijo confiar en que el nivel del embalse se recupere una vez que las compuertas se cierren, lo que sucederá “a la brevedad posible”. De igual manera, descartó que esta situación presagie que la presa pueda secarse, debido a que la apertura de compuertas es una acción que se realiza cada año.

Comentó que los embalses que abastecen a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, se utilizan para consumo humano; en contraste, el líquido de la Manuel Ávila Camacho se destina a cultivos.