Acapulco, Gro. La Diócesis de Chilpancingo-Chilapa lamentó el atentado sufrido por el presbítero Felipe Vélez Jiménez, párroco de San Gerardo María Mayela, municipio de Iguala, ocurrido el jueves alrededor de mediodía, en el municipio de Chilapa, y exigió tener un ambiente de paz, tranquilidad y seguridad en el estado de Guerrero.
El escrito firmado por el obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, expresa que “pedimos a nuestras autoridades investigar la verdad sobre estos hechos. Es congruente con nuestra misión el trabajar a favor de la construcción de la paz y la reconstrucción del tejido social en nuestro estado, ya que la verdad y la justicia siempre dará salud y libertad a un pueblo”.
González Hernández informó el jueves por la noche que el padre Felipe Vélez se encuentra atendido por médicos especialistas, su estado de salud es delicado, pero estable.
Asimismo, manifestó que “el pueblo necesita saber que las autoridades e instituciones responsables de la seguridad e impartición de justicia están trabajando para protegerlo y cuidarlo, así como estar seguros de que la impunidad ya no es una constante en la impartición de justicia y atención e investigación de los delitos”.
La Diócesis de Chilpancingo-Chilapa lamentó el atentado sufrido por el presbítero Felipe Vélez Jiménez, párroco de San Gerardo María Mayela, en Iguala, ocurrido el jueves. Foto ‘La Jornada’.
El jueves alrededor de las 12 del día el sacerdote Felipe Vélez Jiménez, párroco de San Gerardo María Mayela, de Iguala, resultó herido de bala en el punto conocido como Los Claveles, en la entrada del municipio de Chilapa, cuando conducía su automóvil.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero informó que inició una carpeta de investigación por el delito de lesiones por arma de fuego en contra de quienes resulten responsables, en agravio de Felipe N.
La FGE indicó que se trasladaron al sitio de la agresión agentes de la Policía Investigadora Ministerial y personal de Servicios Periciales para realizar las investigaciones correspondientes que permitan esclarecer el hecho.
El pasado domingo el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, expresó en su comunicado dominical, que un deber irrenunciable de la autoridad ante un crimen es la investigación para llegar al conocimiento de la verdad, restablecer el orden de justicia que fue violentado y restaurar el daño en la medida de lo posible, y para ello, cuenta con la fuerza pública.
Además de asegurar que la persona que cometió un delito no vuelva a cometerlo, y proporcionarle la posibilidad de readaptación.
Advirtió que “la impunidad deja desprotegidos a todos”.