Guadalajara, Jal., Material de curación y medicamentos controlados, “entre otros implementos”, encontraron las autoridades después de ingresar a la Casa de Vida Camino a la Fortaleza, en la colonia Santa Isabel, municipio de Tonalá, donde, de acuerdo con una denuncia, Jazmín, de 11 años de edad, sufrió quemaduras de segundo grado que la mantienen hospitalizada en el Centro Médico de Occidente, informó la Fiscalía General de Jalisco (FGE).
La FGE refirió que en el lugar “al parecer había un adolescente y el resto serían adultos”, pese a que la madre de Jazmín señaló que también supo que estaba internado un niño de aproximadamente siete años.
La clínica quedó vacía la madrugada del miércoles, pues tanto personal como internos fueron sacados tras ser alertados por la queja de la mujer y después de que medios de comunicación retomaran la noticia de la niña quemada por cuidadores en ese lugar.
Aunque el inmueble tiene sellos de clausura del ayuntamiento, luego de comprobarse que no contaba con permisos de operación, no hay personas detenidas.
“La niña continúa internada en un hospital donde es atendida por las heridas sufridas, al parecer algunas por quemaduras, reportándose de acuerdo con el dictamen médico que no ponen en peligro la vida, pero sí tardan más de 15 días en sanar, por lo que continúa bajo supervisión”, precisó la fiscalía.
Personal ministerial, por conducto de la Unidad de Delitos Cometidos en Agravio de Niños, Niñas y Adolescentes, así como peritos forenses, ingresaron al albergue luego de que un juez otorgó la orden de cateo la tarde del miércoles.
La fiscalía señaló ayer que desde que se recibió la denuncia penal, el pasado 24 de julio, el Ministerio Público dictó medidas de protección a la víctima.
Agregó que tiene información de que personal del lugar prohibió a la familia visitar a la menor; además se documentó que la víctima resultó con quemaduras y otras lesiones el 22 de julio pasado, “como parte de una supuesta intervención que realizó el personal que la tenía bajo su cuidado”.
Jazmín padece ansiedad, depresión y crisis convulsivas, y como no dejaba de rascarse, los cuidadores le rociaron alcohol y usaron un paralizador eléctrico, lo que le causó las quemaduras, de acuerdo con la querella de su madre.
Varios ayuntamientos de la zona metropolitana de Guadalajara y el gobierno estatal anunciaron que inspeccionarán sitios similares para detectar anomalías.