A escala global, se estima que 71 por ciento de las víctimas de trata de personas son mujeres y niñas, y tres de cada cuatro son traficadas con fines de explotación sexual, de acuerdo con ONU Mujeres.
Es por esta razón que dicho organismo lucha contra ese ilícito, centrándose principalmente en los derechos humanos, la justicia, el desarrollo y en el género.
La proporción de niños y niñas entre las víctimas de la trata se ha triplicado, mientras que la proporción de menores varones ha aumentado cinco veces en los pasados tres lustros y con la pandemia de covid-19, que intensificó la expansión global del uso de la tecnología y las plataformas digitales, dicho ilícito se ha expandido en mayor medida por el ciberespacio. La ONU refiere que “el Internet y las plataformas ofrecen a los traficantes de personas numerosas herramientas para reclutar, explotar y controlar a las víctimas; organizar su transporte y alojamiento; publicitarlas, llegar a clientes potenciales; proporcionar vías de comunicación entre los perpetradores; y ocultar las ganancias criminales. Todo eso con mayor rapidez, rentabilidad y anonimato”.
No obstante, también la red representa una oportunidad para luchar contra la trata de personas. “El éxito futuro en la erradicación de la trata de personas dependerá de cómo las fuerzas del orden, los sistemas de justicia penal y otros sectores implicados puedan aprovechar la tecnología en sus respuestas”.