Sao Paulo. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó ayer que se han registrado casi 5 mil 300 casos de viruela del mono en 18 países y territorios de América, la mayoría en Estados Unidos, Canadá y Brasil.
La directora adjunta de la OPS, Mary Lou Valdez, manifestó que casi todos los casos se siguen registrando entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres de entre 25 y 45 años.
Sin embargo, advirtió que cualquier persona puede contraer la enfermedad independientemente de su género u orientación sexual. No se han reportado muertes por viruela del mono en la región hasta la fecha.
El fin de semana pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de viruela del mono, que se propaga rápidamente, como una emergencia sanitaria mundial, su nivel más alto de alerta.
El subdirector interino de la OPS, el doctor Marcos Espinal, indicó que alrededor de 10 países de América ya han dicho que están interesados en comprar una vacuna contra la viruela del mono, pero no reveló qué naciones.
La OPS también señaló que está “muy avanzada” en las conversaciones con un productor para comprar vacunas de tercera generación contra la enfermedad y que espera que lleguen algunos suministros este año, aunque en cantidades limitadas.“Creemos que tendremos antígenos este año”, dijo Espinal.
Aun así, la jefa de la unidad de gestión de riesgos infecciosos de la organización, Andrea Vicari, observó que el riesgo de viruela del mono para la población en general sigue siendo “muy bajo” y que por el momento no se recomienda una campaña de vacunación masiva.
Por su parte, la OMS pidió a los hombres homosexuales, el colectivo más afectado por la enfermedad, a que reduzcan el número de parejas sexuales y expresó que no recomienda a los países llevar a cabo una inoculación masiva contra la viruela.
Más de 18 mil casos de viruela del mono han sido detectados en 78 naciones del mundo desde principios de mayo, 70 por ciento en Europa y 25 por ciento en América, precisó el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Hasta ahora, han muerto cinco personas por esta enfermedad, todas en África y 10 por ciento de los casos han requerido ingreso hospitalario para gestionar el dolor producido por la infección.
El organismo internacional que vela por la salud insistió en que se evite la estigmatización de una comunidad, porque podría llevarla a esconder el contagio y, por tanto, seguir propagando la enfermedad.