La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) constató violaciones al acceso a un medio ambiente sano, al agua y saneamiento, a la salud y al interés superior de la niñez, derivados de la contaminación del Río Santiago, en Jalisco.
Ante ello, emitió una recomendación dirigida a autoridades federales, estatales y municipales, encaminada a generar un estrategia para la atención de este problema.
Indicó que tras una queja presentada ante el organismo y luego de distintos estudios de calidad del agua, los resultados coinciden en que existe contaminación microbiológica a lo largo de todo el río, con niveles muy altos en ciertas zonas, donde se advierte la presencia de más de mil sustancias tóxicas, productos químicos y elementos como arsénico y plomo, que en algunas zonas sobrepasaban el límite máximo permisible de la norma vigente al momento de realizar los estudios.
Advirtió que la capacidad de los sistemas de tratamiento de aguas residuales no es suficiente, aunado a “la inoperatividad y falta de mantenimiento de algunas de ellas, así como a la insuficiencia de las medidas de vigilancia para controlar y prevenir las descargas de aguas residuales con carga de contaminantes superior a los límites máximos permisibles”.
Por medio de un comunicado, alertó que la gran cantidad de industrias asentadas en la región descargan sus aguas residuales con deficiente o nulo tratamiento, lo que provoca un colapso de las plantas.
Pidió a la Semarnat encabezar el diseño y ejecución de un convenio marco para la coordinación interinstitucional que atienda este caso, en coordinación con la Comisión Nacional del Agua, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Secretaría de Salud, Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, el gobierno de Jalisco, y autoridades municipales de El Salto, Juanacatlán y Poncitlán.