El Gobierno de la Ciudad de México adquirirá seis nuevos trenes para la operación del Tren Ligero, que va de Xochimilco a Taxqueña, los cuales tendrán un costo de 600 millones de pesos.
Con eso, se incrementará en 60 por ciento la flota vehicular disponible de este medio de transporte y el traslado de un mayor número de usuarios al día, al pasar de 75 mil a 110 mil.
En conferencia de prensa, Claudia Sheinbaum detalló que el 2 de septiembre se conocerá el fallo de la licitación para adquirir las unidades que entrarán en operación a partir del próximo año.
“Es una acción más del programa Movilidad sustentable e integrada de la Ciudad de México.”
A su vez, el director general del Servicio de Transportes Eléctricos, Martín López Delgado, indicó que con los nuevos trenes se incrementará la oferta de plazas hasta en 42 mil lugares en un día laborable y el tiempo de espera de los usuarios se reducirá de siete a cuatro minutos.
Detalló que cada tren tendrá una vida útil de 30 años, con dos vagones unidos, rodadura férrea y de accesibilidad universal para todos los sectores de la población. “Tendrán una capacidad de hasta 169 pasajeros, como mínimo, 50 sentados, 25 en cada vagón”.
El funcionario agregó que estos convoyes tendrán cámaras de video para la vigilancia dentro y fuera de los vagones, con luces de tránsito, de frenado e intermitentes; es decir, vendrán totalmente equipados con las señales de navegación que deben disponer este tipo de vehículos.
Aseguró que el sistema que usan es totalmente amigable con el medio ambiente, al ser unidades de tracción eléctrica, por lo que serán cero emisiones de contaminantes. También vendrán equipados con geolocalizadores, lo que permitirá ubicarlos en tiempo real.
“Esperemos que en 2023, en septiembre, se reciba el primer tren para que se hagan todas las pruebas que se tienen que llevar a cabo, estáticas y dinámicas y en los meses siguientes se entreguen los otros cinco.”
Recordó que esta administración hizo trabajos de modernización del Tren Ligero en los que se realizaron estudios de mecánica de suelo a lo largo de la línea y retiro de la infraestructura que databa de hace más de 120 años.
La intervención también incluyó el mejoramiento del terreno para la colocación de la nueva superestructura, cambio total del balasto, instalación de nuevos rieles y durmientes, así como trabajos de nivelación y alineación para hacer las curvas más suaves y evitar el zigzag que se tenía con las vías anteriores, con lo que disminuyó el tiempo del recorrido de 80 a 63 minutos.