Un inmenso óleo del prócer cubano José Martí engalanó ayer el Salón Tesorería de Palacio Nacional. La fecha lo ameritaba: 26 de julio, y el presidente Andrés Manuel López Obrador no dejó pasar la conmemoración del histórico episodio para Cuba: el Día de la Rebeldía Nacional.
La mañanera fue escenario no sólo para enviar un saludo al pueblo de la isla, sino para rememorar la relevancia del “día del heroísmo”, como lo calificó el cantautor cubano Amaury Pérez, invitado especial que deleitó con tres piezas a manera de celebración y reconocimiento de la solidaridad de México con ese país.
Ayer, el espacio habitual desde el que día a día el mandatario mexicano encabeza sus conferencias de prensa lucía distinto. Era imposible no ver tras el atril la enorme pintura de Martí, que para esta especial ocasión fue removida del Salón Verde –donde normalmente se encuentra al lado de otra del libertador Simón Bolívar–, anexo al Salón Embajadores, en el que el Presidente recibe a dignatarios de otras naciones.
Al ver la imagen del héroe cubano, algunos despistados, quizás por la temprana hora, infirieron que durante la mañanera se tocaría el tema de los médicos procedentes de la isla y la polémica generada por su llegada. Pero muchos otros de inmediato hicieron la conexión.
El 26 de julio de 1953 –hace 69 años– un grupo de jóvenes liderados por Fidel Castro, a la postre líder de la revolución cubana y referente internacional, protagonizaron el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes con la idea de derrocar al régimen de Fulgencio Batista. Aunque fracasaron militarmente, esa gesta es considerada el inicio del proceso revolucionario en la nación caribeña.
Antes de comenzar la conferencia, López Obrador tuiteó una de las míticas ideas de Martí: “Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas”.
Ya frente a los periodistas, apuntó: “Como todos sabemos, hay una relación de hermandad entre el pueblo cubano y el pueblo mexicajo, y Amaury, como otros cantautores cubanos de la trova, pues son nuestros amigos. Y está de visita en México y lo invitamos. Y ya, lo dejamos que nos hable de lo que le salga de su cabeza y de su corazón, y también que nos cante, porque la vida es alegría también”.
El compositor correspondió: “Quiero aprovechar y agradecerle al Presidente y a su gabinete la solidaridad, la valentía, la generosidad con la que han estado al lado de Cuba, defendiendo a Cuba, ayudando a Cuba, comprendiendo a Cuba, abriéndose a Cuba de una manera valiente, de una manera enérgica. Y yo, como pueblo, quiero decirle al Presidente que Cuba, el pueblo de Cuba, y sí puedo hablar en nombre del pueblo de Cuba, porque yo soy pueblo, lo respeta y lo ama”.
Comenzó entonces la trova: Plegaria a la Virgen de la Caridad del Cobre y Hacerte venir fueron dos de las tres piezas interpretadas por Pérez; pero no podía haber sido otra la que abriera su participación en la mañanera: No lo van a impedir, canción que el 4 de abril de este año, en medio de las controversias por la revocación de mandato que se celebraría seis días después, se escuchó por primera vez en Palacio Nacional.
“…No lo van a impedir los enemigos / Ni atentos intimistas alabados / Ni burócratas tiernos, ni podridos / Ni herederos, ni apóstoles errados”, cantó el autor, para cerrar: “A pesar del otoño –incluyó un patriótico adendo– patria o muerte… Creceremos”.