Ciudad de México. El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró las perspectivas de crecimiento de México para este año, pero recortó en más de la mitad, respecto de lo previsto apenas en abril pasado, las del próximo. El organismo considera que la inflación no regresará a los niveles previos a la pandemia hasta finales de 2024, y advirtió que el encarecimiento de alimentos y energéticos se vuelve una “amenaza no sólo para la estabilidad económica, sino también para la social” a nivel global.
El organismo pasó de 2 a 2.4 por ciento el estimado de crecimiento de México el año en curso; pero recortó de 2.5 a 1.2 por ciento el del próximo. Esta última es la rebaja más alta entre países emergentes de referencia y apunta a que en cinco años, de 2019 a 2023, la economía del país habrá crecido un promedio anual de 0.04 por ciento, con dos crisis mundiales –la provocada por la pandemia y la derivada de la invasión rusa a Ucrania– de por medio.
“El mundo pronto puede estar tambaleándose al borde de una recesión global, sólo dos años después de la última. La cooperación multilateral será clave en muchas áreas, desde la transición climática y la preparación para una pandemia, hasta la seguridad alimentaria y el sobrendeudamiento”, resumió Pierre-Olivier Gourinchas, director de Estudios del FMI.
Al presentar la actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés), el economista explicó que la producción mundial ha caído, al grado de que se espera un crecimiento de 3.2 por ciento este año y 2.9 por ciento el siguiente, ambos por debajo del 3.6 previsto en el documento de abril.
Las proyecciones reflejan el estancamiento en las tres economías más grandes del mundo: Estados Unidos, donde pesa la reducción del poder adquisitivo de los hogares y una política monetaria más restrictiva; China, donde los nuevos confinamientos y la profundización de la crisis inmobiliaria llevarán a la expansión más lenta en cuatro décadas, sin contar 2020, y la zona euro, donde se resiente la guerra en Ucrania y el aumento en las tasas de interés.
La actividad económica se ha desacelerado, pero la inflación no disminuye su velocidad, lo cual ha llevado a una política monetaria más estricta a escala mundial, que “no tiene precedente en la historia”, advirtió Gourinchas.
Alta inflación hasta 2024
El FMI prevé que la inflación de este año alcance 6.6 por ciento en las economías avanzadas y 9.5 por ciento en las de mercados emergentes y en desarrollo, ambas por arriba del 5.7 y el 8.7 por ciento previstos tres meses atrás. La expectativa es que la ola inflacionaria dure otros dos años y medio, para regresar a los niveles previos a la pandemia a finales de 2024.
“La inflación en los niveles actuales representa un riesgo claro para la estabilidad macroeconómica actual y futura, y devolverla a los objetivos del banco central debería ser la principal prioridad para los responsables de la formulación de políticas”, enfatizó Gourinchas.
El organismo advierte que el aumento de precios de los alimentos y la energía provoca hambrunas y disturbios generalizados, debido a que son bienes esenciales con pocas alternativas para sustituir. “Como resultado, la situación actual representa una amenaza no sólo para la estabilidad económica, sino también para la social”.