La mala reputación ha perseguido la carrera del primer mexica-no campeón mundial de peso completo Andy Ruiz. La fama llegó como avalancha, pero también los trascendidos sobre una vida po-co disciplinada para un joven metido en un oficio demasiado celoso.

Perdió el título. Dejó a su entrenador Manny Robles y trató de recuperar nivel en el equipo del Canelo Álvarez, pero se fue un tiempo después, una vez más rodeado de especulaciones sobre una supuesta inconstancia para el trabajo.

Hoy entrena con el sonorense Alfredo Osuna rumbo a la pelea del 4 de septiembre contra el cuba-no Luis King Kong Ortiz en la Crypto Arena de Los Ángeles, donde ambos se estarían disputando el futuro de sus carreras.

“Todo mundo habla de que era indisciplinado, pero lo que yo encontré es diferente: un Andy con una vida distinta a la que conta-ban”, relata Osuna desde San Diego, donde realizan el campamento de preparación para el combate.

“Todo eso que se dijo no lo he visto”, continúa Osuna; “aquí en el campamento está un peleador serio y muy disciplinado, porque sabe que contra King Kong Ortiz ambos se juegan el futuro. Será un antes y un después para los dos cualquiera que sea el resultado”.

Después de algunos tumbos tras la derrota en la revancha con Anthony Joshua, el peleador mexicano trata de recobrar el lugar que vivió durante los días de éxito. En aquel momento incluso fue recibido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Andy quiere convencer de que es un peleador diferente”, dice Andrés Ruiz, padre y manejador del púgil; “por eso buscó a Osuna, entre ellos hay una gran comunicación y Andy ha cambiado mucho su vida, por eso es tan importante el pleito con Ortiz, para dejar claro que es un boxeador serio y puede pertenecer a la élite”.

Osuna asegura que además del programa de trabajo en el gimnasio, debe existir una “química” entre el peleador y su entrenador, o la preparación no funciona.

“Es un peleador ya hecho, de eso debemos estar conscientes”, cuenta Osuna; “pero debe gustarle el proyecto de preparación para que funcione y, muy importante, porque a veces ahí puede fallar todo, es que exista una buena relación basada en el compromiso, el respeto y la entrega”.

El futuro de la división pesada es una intriga. No se sabe si el campeón del Consejo Mundial de Boxeo Tyson Fury se irá. De ser así, queda- ría el camino abierto para que Andy enfrente al espectacular Deontay Wilder, pero eso, sostiene Osuna, es “futurología” y no un tema de gente seria.

“Nosotros tenemos enfrente a King Kong Ortiz, pensar en el siguiente paso, además de descortés, es un acto de irresponsabilidad. Más allá de la próxima pelea de septiembre, no hay más futuro”, concluye el entrenador.