Noventa por ciento de los 247 mil 455 kilómetros cuadrados que abarca Chihuahua padecen diversos grados de sequía, desde la categoría “anormalmente seco” hasta los niveles “excepcional” y “extremo”, dio a conocer el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El severo estiaje, aunado a la invasión de ecosistemas por proyectos inmobiliarios, ha provocado que pecaríes de cuello blanco, borregos cimarrones y venados bura, que normalmente habitan en las sierras colindantes a la capital de Chihuahua, se acerquen a la mancha urbana para buscar agua y alimento, informó a su vez el colectivo Salvemos los Cerros de Chihuahua.
En el reporte del Monitor de Sequía correspondiente a esta semana, la Conagua reportó que sólo 24 mil 745 kilómetros cuadrados de Chihuahua están libres de escasez, mientras Ciudad Juárez se encuentra en “sequía severa”, el tercer nivel de afectación.
Acotó que 4.7 por ciento de la superficie chihuahuense está en “sequía excepcional”, el grado más peligroso, 18.7 por ciento en nivel “extremo”, 25.5 en “sequía severa”, 28.4 en “moderada” y 13 por ciento está “anormalmente seco”.
Añadió que en el Valle de Juárez las tierras sembradas se redujeron durante los últimos dos años en 35 por ciento, de 11 mil 778 hectáreas en 2020 a 7 mil 595 este año.
Piden a la gente no atacar a pecaríes
La organización social Salvemos los Cerros de Chihuahua aseguró haber recibido reportes de habitantes de fraccionamientos en la zona conurbada de la ciudad de Chihuahua sobre el avistamiento de pecaríes, borregos cimarrones y venados bura buscando en las calles agua y alimento.
El organismo afirmó que el pecarí es una especie originaria de Chihuahua y no constituye una plaga ni es agresivo, por lo que hizo un llamado a los ciudadanos “respetar a la fauna que baja de los cerros debido a la destrucción de su hábitat. Ellos están en su casa”.
Asimismo, solicitó evitar que “gane la ignorancia. En los cerros de Chihuahua habitan pecaríes, una especie nativa y pacífica. Los jabalíes son otra especie diferente, y habitan fuera de este continente”.
La semana pasada se reportaron avistamientos de pecaríes de cuello blanco en el parque El Reliz y en la presa El Rejón de la capital chihuahuense, al igual que en fraccionamientos contiguos al cerro El Pescadito, en la misma urbe.
En un posicionamiento público, Salvemos los Cerros explicó que los cerros de la entidad son una infraestructura natural para captar agua y una cuenca hidrológica, por lo que es prioridad protegerlos para el bienestar de la fauna.
Quedan menos de 10 años
La organización alertó que la crisis hídrica en Monterrey, Nuevo León, “es el futuro de ciudades como Juárez o Chihuahua, donde la propia Junta Central de Aguas estatal, en documentos públicos, ha señalado que quedan menos de 10 años de agua”.
Sostuvo que “la falta de agua significa como tal el fracaso de un modelo de desarrollo basado en las ganancias económicas inmediatas para los sectores más favorecidos, sin importar las consecuencias que sufren los ecosistemas y los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Este tipo de modelo económico, político y social hoy se encuentra totalmente obsoleto y debemos aprender de las experiencias de nuestros hermanos y familiares de Nuevo León y Monterrey, para que no se repita esta situación en Chihuahua”.
Puntualizó: “El agua que consumen las principales industrias en Monterrey asciende a 40 mil millones de metros cúbicos cada año, cantidad equivalente al consumo del cultivo de algodón en Chihuahua, que es de exportación. Lo mismo ocurre con la nuez, que consume el doble de agua, y ningún habitante de Chihuahua necesita o consume algodón o nuez en exceso”.
Salvemos los Cerros resaltó que la crisis por el líquido “es un tema económico y político, no de consumo individual; por lo tanto debemos atender la raíz del problema, que es el modelo económico”.
La Conagua reportó que 16 de los 39 municipios de Durango se mantienen en sequía severa, principalmente el norte de la entidad, donde las temperaturas han alcanzado 43 grados centígrados.
Entre las demarcaciones más perjudicadas destacan Mapimí, Ocampo e Hidalgo, colindantes con Chihuahua.
Detalló que 11 municipios duranguenses fueron catalogados en sequía moderada, lo que significa que han recibido lluvias este año, pero no suficientes para humedecer la tierra; entre ellos están Cuencamé, Pánuco de Coronado y Poanas.
Diez municipios fueron catalogados como “anómalamente secos”, con precipitaciones menores a las de otros años. Y únicamente dos municipios no sufren sequía: Nombre de Dios y Vicente Guerrero.