Calimaya, Méx., Vecinos del fraccionamiento Villas del Campo, ubicado en este municipio del valle de Toluca, lograron frenar un proyecto inmobiliario que pretendía reubicar más de 200 árboles frutales, considerados uno de los principales pulmones de esta localidad, ubicada en las faldas del Nevado de Toluca.

Los colonos se movilizaron y obligaron a la empresa Hogares Unión, que edifica un conjunto urbano de casas de interés social junto al casco de la hacienda que rodea Villas del Campo, a no tocar los árboles de más de 70 años de edad, pues su reubicación no garantiza su sobrevivencia.

Malú Andrade explicó que en lugar de los árboles frutales, Hogares Unión pretendía edificar un área deportiva que debería entregar al ayuntamiento de Calimaya, como condición de los permisos que se le otorgaron para levantar más de 2 mil viviendas de interés social.

Los vecinos de Villas del Campo explicaron que en la zona ya hay parques, zonas recreativas y deportivas, por lo que no es necesario construir más; sin embargo, por ley, un desarrollo urbano como Hogares Unión sí requiere que se entreguen áreas deportivas, recreativas y hasta una zona escolar para atender la demanda que implicará las nuevas viviendas.

La mañana de este lunes, los lugareños se plantaron frente a al acceso donde se edifica el conjunto urbano Hogares Unión, adyacente a su fraccionamiento, para impedir que trabajadores de esa compañía empezaran a quitar los árboles frutales.

Andrade mencionó que desde el inicio del presente mes se contactó a los representantes de la empresa para dialogar, “pero han mandado a empleados y a un arquitecto sin calidad para signar un acuerdo donde se comprometan a no tocar los árboles”.

El sábado pasado se tenía pactada una reunión con directivos de Hogares Unión, pero no llegaron. “Como nos dejaron plantadas, optamos por el plantón”, advirtieron.

Al mediodía arribaron al plantón autoridades del ayuntamiento de Calimaya, quienes invitaron a los inconformes a dialogar en el palacio municipal con representantes de Hogares Unión.

Ahí se acordó que la constructora no tocará los árboles y presentará un proyecto alterno para que el área deportiva se edifique en otra zona del conjunto urbano que desarrolla.

Los vecinos de Villas del Campo sólo esperaban a que llegara el representante legal de la compañía a signar la minuta, pues sin la firma de él o de un directivo no había seguridad de que se cumpliera un acuerdo de palabra.