Washington. Paul Sorvino, un actor imponente que se especializó en interpretar a ladrones y policías como Paulie Cicero en Goodfellas (Buenos muchachos) y el sargento de policía de Nueva York Phil Cerreta en La ley y el orden, falleció a los 83 años.
Su publicista Roger Neal dijo que murió el lunes por la mañana por causas naturales en la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida. Sorvino había lidiado con problemas de salud en los últimos años. Mira Sorvino, su hija, escribió un homenaje en Twitter: “Ha fallecido mi padre, el gran Paul Sorvino. Mi corazón está desgarrado: una vida de amor, alegría y sabiduría con él ha terminado. Era el padre más maravilloso. Te envío amor en las estrellas, papá, mientras asciendes”.
“Nuestros corazones están rotos, nunca habrá otro Paul Sorvino, fue el amor de mi vida y uno de los mejores artistas que jamás haya aparecido en la pantalla y el escenario”, dijo su esposa, Dee Dee Sorvino, quien estuvo a su lado cuando murió.
En sus más de 50 años en el negocio del entretenimiento, Sorvino fue un pilar en el cine y la televisión, interpretando a un comunista italo-estadounidense en Reds, de Warren Beatty; a Henry Kissinger, en Nixon de Oliver Stone, y al jefe de la mafia Eddie Valentine en The Rocketeer. A menudo decía que, si bien era mejor conocido por interpretar a gánsters, sus verdaderas pasiones eran la poesía, la pintura y la ópera.
Nacido en Brooklyn en 1939, de madre maestra de piano y padre capataz en una fábrica de batas, tuvo inclinaciones artísticas desde muy joven y asistió a la Academia de Música y Arte Dramático de Estados Unidos en Nueva York, donde se enamoró del teatro. Hizo su debut en Broadway en 1964 en Bajour y en cine en ¿Dónde está papá?, de Carl Reiner, en 1970.
Con su estatura de más de 1.80 metros, Sorvino tuvo presencia impactante sin importar el medio. En la década de los 70 actuó junto a Al Pacino en The Panic in Needle Park y con James Caan en The Gambler, volvió a formar equipo con Reiner en Oh, God! y formó parte del elenco de la comedia de atracos bancarios de William Friedkin The Brink’s Job. En la continuación de Rocky de John G. Avildsen, Slow Dancing in the Big City, Sorvino interpretó un papel romántico y usó su formación en danza junto a la bailarina profesional Anne Ditchburn.
Colaboró con Beatty
Fue especialmente prolífico en la década de los 90, comenzando la década interpretando a Lips en Dick Tracy, de Beatty, y a Paul Cicero en Goodfellas, de Martin Scorsese, que se basó en el mafioso de la vida real Paul Vario, y en 31 episodios en La ley y el orden, de Dick Wolf. Siguió con papeles en The Rocketeer, The Firm y Nixon, que le valió una nominación al Screen Actors Guild Award. En Romeo + Juliet, de Baz Luhrmann, fue el padre de Juliet, Fulgencio Capuleto. Beatty recurría a Sorvino con frecuencia, y lo reclutó nuevamente para su sátira política Bulworth, de 1998, y su carta de amor de Hollywood de 2016 Las reglas no se aplican. También apareció en The Immigrant, de James Gray.
Sorvino tuvo tres hijos de su primer matrimonio, incluida la actriz ganadora del Premio de la Academia Mira Sorvino. También dirigió y protagonizó una película escrita por su hija Amanda y protagonizada por su hijo Michael.
Cuando se enteró de que Mira había estado entre las mujeres supuestamente acosadas sexualmente y en la lista negra de Harvey Weinstein en medio del ajuste de cuentas #MeToo, le dijo a TMZ que si hubiera sabido, Weinstein, “no estaría caminando. Estaría en una silla de ruedas”.