Madrid. La ultraderechista Giorgia Meloni, líder del partido Hermanos de Italia y admiradora de Benito Mussolini, con altas posibilidades de ser la próxima primera ministra de su país, dijo ayer que un gobierno encabezado por su formación no supondría ninguna amenaza para el país ni para sus aliados internacionales.

Meloni, de la fuerza política que encabeza las encuestas de cara a las elecciones del 25 de septiembre, aseguró al diario La Stampa que hay una campaña de pánico de “grupos de izquierda” que “no tiene ningún sentido” y sólo quiere “aterrorizar a los mercados”.

Italia se dirige a nuevos comicios tras la dimisión del primer ministro Mario Draghi, la semana pasada. La votación será la primera celebrada en otoño en la historia del país. Draghi permanece en su cargo hasta que asuma un nuevo gobierno.

Si bien es probable que la coalición liderada por Meloni haga campaña con una combinación de generosidad fiscal y políticas nacionalistas, lo que podría de-sestabilizar los mercados y crear tensión con los socios de la Unión Europea, “el viraje no pondría en peligro la capacidad de la nación para asegurar el muy necesario financiamiento de recuperación de la Unión Europea”, según Meloni.

De igual modo, aseguró que la postura pro-Organización del Tratado del Atlántico Norte y pro-Ucrania de su partido no va a cambiar, a pesar de que su partido se prepara para disputar las elecciones nacionales en coalición con la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi, los cuales han criticado las entregas de armas a Kiev y han mantenido fuertes lazos con Rusia.

La abstención de Hermanos de Italia en una votación clave sobre el financiamiento se debió a que el gobierno de Draghi no le dio al partido, que era la principal fuerza de oposición, tiempo suficiente para examinar los detalles. Dado que su institución política será la principal cesta de votos de la coalición, Meloni confirmó que se postulará como primera ministra si la agrupación conquista las elecciones. “Quien gane gobernará”, aseguró.