Buenos Aires. En momentos en que la oposición ultraderechista y el poder económico, mediático y judicial radicalizan su accionar para desestabilizar al gobierno del peronista Frente de Todos no es sorprendente que el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver, una figura clave del lobby anticubano de Miami, impuesto por el pasado gobierno de Donald Trump, se niegue a entregar un crédito de 500 millones de dólares ya comprometido por ese organismo con Argentina, al declarar que se trata de un país “insolvente”.

Fue el mismo Claver, quien como funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2018 gestionó el crédito más importante que se haya concedido a un país de 54 mil millones de dólares para intentar mantener al entonces presidente Mauricio Macri en el poder. En realidad de esa cifra fueron entregados 45 mil millones, que fueron fugados del país y el resto rechazado por el gobierno actual. El FMI sabía que era imposible pagar en los términos acordados, dejando al gobierno de Alberto Fernández una verdadera trampa, agregada a un deuda de más de cien mil millones de dólares,

“No vamos a poner en riesgo el patrimonio del banco prestándole a un país insolvente”, dijo el presidente del BID.

Página 12 señaló que ésta fue la reacción de Claver ante el reclamo del “bloque de países de América Latina y el Caribe que hizo un planteo formal por su resistencia a cumplir con el desembolso de las divisas al gobierno nacional, autorizados por el BID que tenía que ejecutarse” con fecha máxima el 30 de junio, lo que nunca se cumplió.

El gobierno argentino replicó que se trata de “una excusa para no cumplir los convenios firmados” pero más que eso, entienden que “Claver es parte de la embestida de sectores económicos y financieros poderosos para forzar una devaluación brusca y obtener ganancias extraordinarias, a costa de las mayorías populares, y dañar lo más posible al gobierno del Frente de Todos de cara a las elecciones de 2023”, indicó Página/12.

Esto sucede en el marco de una radicalización de los intentos desestabilizadores tratando de forzar el adelantamiento de las elecciones, contando con un permanente estado de golpismo.

En tanto, el Instituto Patria la sede que agrupa a los integrantes del peronismo que encabeza la vicepresidenta del Frente de Todos y ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, presentó ayer una denuncia por graves amenazas de muerte contra la ex mandataria.

“Cristina ahora te toca la horca para deshacernos de vos”, dijo un hombre que encabezaba con un megáfono a un grupo de violentos que llegó a esa sede, a la que atacaron produciendo graves daños, mientras los policías de la ciudad de Buenos Aires, no sólo no hicieron sino que demostraron conocer a algunos de los más violentos atacantes.

En este marco, el director de la Agencia Federal de Inteligencia Agustín Rossi (AFI), llamó a ser “prudentes” ante una nota publicada por The New York Times, en base a un informe interno de la agencia de inteligencia israelí Mossad sobre los atentados contra la embajada de Israel en, 1992, y a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994, en esta capital y aseguró que ambos ataques "fueron llevados a cabo por una unidad secreta de Hezbolá", que no contó con colaboración de “ciudadanos argentinos ni asistidos en el terreno por Irán”.

Esto contradice las conclusiones de la justicia argentina, sujeta a la constante presión de Israel y Estados Unidos, que un día después del atentado de 1994 determinaron que Irán era culpable, presentando listas de funcionarios diplomáticos de ese país sin mostrar ninguna prueba concreta.

“He leído con atención el informe del New York Times por todo lo que significa y el impacto que podría llegar a tener en el caso de que la justicia declare la validez en el aspecto procesal”, sostuvo Rossi en una radio local, por lo cual "seguramente el juez y el fiscal pedirán a Israel las pruebas que podrían aportar a estas causas y si esta información tiene validez judicial”.

La conmoción que se produjo ante esta nueva situación tiene fuerte incidencia sobre los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA, y pondría en evidencia la cantidad de mentiras y operaciones, que afectaron gravemente a Argentina, tanto como a Irán.