Pachuca, Hgo., Antes de ir a un evento cultural en Tizayuca, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se dio una escapada a Pachuca para comer en conocido restaurante con el gobernador electo Julio Menchaca Salazar, su esposa Edda Vite y su hija Carolina.

El encuentro se efectuó a pesar de las disposiciones del Instituto Nacional Electoral (INE) impuestas a funcionarios federales, en particular a los denominados corcholatas con el fin de evitar supuestos actos anticipados de campaña dos años antes de los comicios.

Tras una hora, Sheimbaum reiteró su inconformidad con las medidas del instituto, las cuales “son un exceso y coartan la libertad de expresión enmarcada en la Constitución”, y agregó que va a respetar algunas, pero advirtió que “no nos van a callar”, tras revelar que a diario recibe dos o tres quejas del órgano electoral “por cualquier cosa que decimos”.

Relató que una ocasión, tras comer con una persona en su oficina, recibió una queja del INE, “lo cual es un exceso”. Sobre si interpondrá algún recurso legal, dijo que “será una última decisión”.

Para evitar “este tipo de abusos del INE”, comentó que para eso es el proyecto de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sheinbaum llegó con el senador César Cravioto, delegado estatal del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, ex coordinador de la campaña e integrante del equipo de transición de Menchaca.

La mandataria se trasladó a Tizayuca, a unos 30 kilómetros de la capital hidalguense, donde asistió al evento ¡Tiza es cultura!, organizado por la alcaldesa morenista Susana Ángeles Quesada.