Ciudad de México. Si México hubiera seguido con una política neoliberal de no absorber el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y aplicar subsidios especiales a la gasolina y diésel, el país estaría en un caos como ocurre ahora en otras naciones, señaló Rocío Nahle García, titular de la Secretaría de Energía (Sener).
Durante su participación en un foro organizado en Veracruz, la funcionaria señaló que todo el mundo tiene una crisis por el “altísimo” nivel de inflación, provocado por el tema energético y el alimentario.
Sin embargo, consideró que gracias a las políticas públicas aplicadas por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) con el menor índice de inflación en energía.
“Es un cambio en la política pública y en la política social, si nosotros hubiéramos continuado con una política neoliberal, como la traíamos en los últimos 36 años, seguramente sería un caos en el país, el precio de la gasolina estaría alrededor de los 35-40 pesos”, anotó.
Explicó que datos de la OCDE muestran que hasta mayo de este año la inflación energética de México fue de 5.3 por ciento respecto a igual mes del año anterior, mientras que Turquía fue de 120 por ciento, Países Bajos 99 por ciento, España 60 por ciento.
“El costo de movilidad de los productos agrícolas no lo estamos sintiendo como lo están sintiendo los demás países, nosotros porque tenemos la fortuna de tener petróleo”, anotó.
Puntualizó que el crudo no es una desgracia, “es una bendición, nada más que hay que saberlo utilizar bien”.
Destacó que la política económica ha frenado la inflación por el uso energético, no así por los alimentos.
Recordó que el actual gobierno federal ha vivido “un espiral durísimo, durísimo” en el sector energético, pues el costo por barril de petróleo, que en 2019 era de 50 dólares, se cayó a menos 0 en 2020 por la pandemia de covid-19.
Anotó que conforme han pasado los meses, el precio del barril de petróleo se ha recuperado y se tienen excedentes, los cuales se están usando para absorber el IEPS y los estímulos adicionales a los combustibles, pues de lo contrario ocurriría un gasolinazo como el observado a principios de 2017.
Abundó que cuando el precio del petróleo sube a 91 dólares es necesario subsidiar las gasolinas y diesel, por lo que la Secretaría de Hacienda no recibe ingresos por ese concepto.
Agregó que en las administraciones pasadas los excedentes petroleros se dirigían al gasto corriente o en otras cosas, pero ahora “están ayudando para mantener la economía”.
Indicó que la política de gobiernos anteriores era que si el precio del crudo disminuía, no se aplicaba igual para el costo de las gasolinas y diésel para tener excedentes en los ingresos al erario público, pero han cambiado la política para que en promedio la magna se ubique en 21 pesos, la premium en 22 y el diésel 23 pesos.