Washington. La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos prohibió al gobierno de Joe Biden continuar su política de limitar las deportaciones a sólo los indocumentados que representen elevado riesgo a la seguridad pública.

La orden de ayer congela la medida y abre una discusión futura. En la decisión (con cinco de nueve votos a favor), la jueza conservadora Amy Coney Barrett se sumó a los liberales Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson, quienes apoyaban la política de Biden.

La Corte anunció que escucharía argumentos en el caso, a finales de noviembre. Es el primer voto público que emite Jackson desde que se sumó al máximo tribunal el 30 de junio.

La decisión surge cuando el gobierno solicitó la intervención de emergencia de la Corte tras fallos contradictorios de tribunales federales de apelaciones en torno a una directiva emitida por el Departamento de Seguridad Nacional en septiembre, con la cual se pusieron en pausa las deportaciones, a menos que se tratara de individuos que hubiesen cometido actos de terrorismo, espionaje o “amenazas atroces a la seguridad pública”.

La corte federal de apelaciones en Cincinnati revocó este mes la orden de un juez de distrito que suspendía la medida en una demanda presentada por Arizona, Ohio y Montana.

En una querella distinta interpuesta por Texas y Luisiana, un togado federal en Texas ordenó la suspensión nacional de la directriz y un panel federal de apelaciones en Nueva Orleans se negó a intervenir.

La orden del juez equivalía a “una reforma nacional de las prioridades policiales del Poder Ejecutivo impuesta judicialmente”, escribió la procuradora general Elizabeth Prelogar.

Texas y Luisiana argumentaron que la directriz del gobierno viola la ley federal que requiere la detención y deportación de todos los indocumentados. La política de Biden cambiaba la orden de Donald Trump que expulsaba a todas las personas que se encontraban de forma ilegal en Estados Unidos.