La biblioteca Morgan en Nueva York alberga una de las mejores colecciones del mundo de manuscritos, libros, dibujos y grabados, principalmente de la Edad Media y el Renacimiento. La inició a principios del siglo pasado el magnate J. P. Morgan en lo que fue su estudio privado. Renovaciones y ampliaciones posteriores (especialmente la del arquitecto Renzo Piano) le agregaron espacios para exposiciones, una librería, auditorio y un pequeño café-restaurante.
Las muestras en la Morgan sobresalen por su calidad. Cabe recordar la que en 2017 dedicó a Emily Dickinson (1830-1886). Ha sido la mayor retrospectiva sobre la poeta y mostró parte de su vida casi desconocida: la de sus amistades y sus relaciones sociales con más de 100 objetos personales, algunos nunca antes expuestos, manuscritos, cartas, fotografías e ilustraciones de la época.
Este año la Morgan rinde homenaje a otra gran poeta, la afroestadunidense Gwendolyn Brooks (1917-2000), quien en su obra cuenta las historias de los descendientes de esclavos en el medio urbano de su país. Lo hace especialmente por medio de la vida de mujeres.
Brooks fue líder intelectual y activista en pro de los derechos civiles, especialmente en Chicago, donde residió la mayor parte de su vida. Escribió y publicó poesía desde muy joven, alentada, entre otros, por autores consagrados, como Langston Hughes. En 1945 se editó su primer libro, A Street in Bronzeville. Y cuatro años después, Annie Allen, con el que obtuvo el premio Pulitzer. Fue el primer afroestadunidense en ganar dicha distinción.
En la Morgan se destaca el papel que Gwendolyn tuvo como maestra de múltiples generaciones y para promover y publicar la obra de los jóvenes poetas y escritores marginados por la discrimación racial. Igualmente, su relación con el movimiento de los artistas negros, agrupados en el colectivo AfriCOBRA. No faltan los documentos en los que expresó su respaldo a la lucha de los líderes de los derechos civiles Malcom X y Martin Luther King, ambos asesinados. La exposición incluye la carpeta con los poemas que escribió sobre la vida y la muerte de Malcom X. También la edición de la revista Ebony, en la que Gwendolyn publicó un amplio reportaje sobre la vida social y política en la Alabama racista.
La también autora de Maud Martha y de In the Mecca fue una generosa promotora de las artes y pionera de la conciencia negra en Estados Unidos.