Ciudad de México. Los padres de familia deben supervisar el uso de dispositivos electrónicos y estrechar la comunicación con los niños y adolescentes para generar confianza en la relación a fin de inhibir el delito de corrupción de menores, en particular “los enmarcados en la conducta delictiva conocida como grooming”, recomendó la fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy,
En un video mensaje Godoy recordó que la práctica del grooming la realizan principalmente personas que “generan un perfil falso en una red social, sala de chat, videojuegos, foros o en algún otro sitio” por lo que logran captar la atención de los menores.
Los delincuentes buscan “entablar una relación de amistad y confianza con las niñas, con los niños y con los adolescentes e inducirlos en actos que inician en casa con el envío de videos fotografías o información que exponen al menor”, alertó la fiscal.
Enumeró cinco recomendaciones que forman parte de la campaña que impulsa la Unidad de Inteligencia Cibernética de la Policía de Investigación para promover acciones desde la casa entre madres y padres de familia para evitar ser víctimas de ese delito.
Comentó que las nuevas generaciones hacen uso con mayor frecuencia de herramientas que hace algunos años no eran tan populares, además de que los equipos con acceso a internet ya forman parte del uso cotidiano en la academia, las oficinas, en establecimientos como ciber cafés, así como en el hogar, entre otros sitios.
“Las redes sociales cada vez tienen mayores alcances y una gran parte de la ciudadanía empieza a tener acceso a ellas, principalmente a través de nuestros teléfonos celulares”, por lo que insistió en que la FGJ “se encuentra comprometida para combatir y erradicar conductas delictivas que agredan o dañen a nuestras niñas, niños y adolescentes, en este caso los delitos que se comenten en el ciberespacio”.
Entre las sugerencias enlistó que los padres de familia supervisen el uso de dispositivos electrónicos; fijar horarios en los que puedan estar presentes para supervisarlos; utilizar aplicaciones de control parental, es decir aplicaciones que los adultos puedan configurar con conexión a internet para que los buscadores y plataformas solo ofrezcan contenidos adecuados a las edades de los menores.
Además de “supervisar las actividades en el ciberespacio para mantenerlos a salvo”, por lo que señaló que es necesario descargar aplicaciones en versiones niños o kids, y de ser posible “el uso de dispositivos electrónicos exclusivos para actividades académicas”, lo que dijo no se trata de prohibir el acceso a internet sino de enseñar el uso adecuado y seguro de la herramienta.
“Si a ello se suma la estrecha comunicación que cada padre o madre de familia mantiene con los niños para generar confianza, difícil será que este tipo de conductas delictivas vulneren la integridad psicológica, física y emocional de cada niña, niño y adolescente”, remarcó.