"A ver si consigues a mi paisano Chico Che y ponemos esa de Uy, qué miedo. Ponla de una vez, si la tienes”, pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y así, a ritmo guapachoso, salió al paso de las descalificaciones de los “conservadores” y toda la secuela de críticas al saldo de su gira a Washington y, como colofón, a la disputa legal por la política energética.
Confiado, López Obrador aseguró que “no pasará nada” por el requerimiento estadunidense, al que se sumó Canadá, para que se inicien consultas sobre una presunta violación de México a los términos del tratado comercial de América del Norte (T-MEC) en materia energética.
En la pantalla se veía al artista tabasqueño, enfundado en su característico overol y las infaltables gafas oscuras, mientras el mandatario seguía sonriente, y hasta ufano, los compases de la música.
“Viles calumnias”
Palabra a palabra, el Presidente hiló las respuestas a analistas y especialistas de la oposición, hasta rematar con esa referencia musical dedicada a sus críticos.
Primero reprochó que lo acusaran de “financiar” con mil 500 millones de dólares el muro fronterizo del lado estadunidense, “acordar” la captura de Rafael Caro Quintero o redimirse por haberse insubordinado y no acudir a la pasada Cumbre de las Américas.
“Viles calumnias”, sentenció. Y retó a aquellos que se han referido a ello a probarlo. “La verdad, todos estos conservadores deberían… Vamos a invitarlos un día aquí, me voy a sentar yo allá y que ellos estén aquí para preguntarles”.
Mencionó a columnistas, medios, analistas, ex diplomáticos y legisladores de Estados Unidos que se han lanzado contra su administración y dieron por verdades esas imputaciones, así como los presuntos efectos de la solicitud de consultas por el tema energético por parte de la Casa Blanca. “Son más entreguistas que los ultraconservadores, es increíble. Entonces, ahora traen eso. No va a pasar nada, pero se frotan las manos hablando de que ‘ahora sí’”.
Desestimó que las plumas críticas conozcan siquiera al presidente estadunidense, Joe Biden, o a la vicepresidenta Kamala Harris. “¿De dónde sacan que me ordenan? No, (Biden y Harris) son personas con mucha urbanidad política, con mucho respeto. Y no sólo es al Presidente de México, es honrar, y eso es lo más importante, a nuestro pueblo”.
La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, acudió a Palacio Nacional a una reunión con el mandatario. Llegó poco antes del mediodía y se retiró al filo de las 2 de la tarde sin hablar con los reporteros, que aguardaban su declaración por la petición de Washington.
Los periodistas intentaron llamar su atención: “¡Un minuto por favor, secretaria!”… pero Clouthier no hizo caso, subió a su camioneta y se alejó.
Más tarde, tanto ella como el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, tuitearon que participaron en una reunión, encabezada por el Presidente, con directivos de la trasnacional Stellantis, productora de autos, para discutir una ruta hacia la electromovilidad, sobre una transición realista a energías limpias.