Roma. El premier italiano, Mario Draghi, ganó ayer una moción de confianza en el Senado, pero un boicot de abstención en la votación de sus tres principales aliados en la coalición de unidad nacional, Forza Italia, La Liga y el Movimiento 5 Estrellas, probablemente haya frustrado las perspectivas de sobrevivencia del gobierno.
La votación fue 95-38 a favor del gobierno de Draghi, después de que el Senado de 315 bancas se quedó sin el apoyo los legisladores que se abstuvieron, lo que conduciría al final del Ejecutivo, según las normas del sistema parlamentario italiano.
“En estos días de locura, el Parlamento decide ir en contra de Italia”, tuiteó Enrico Letta, ex premier y líder el Partido Democrático, el único grupo importante de la coalición que respaldó a Draghi. “Los italianos se mostrarán en las urnas más sabios que sus representantes”, añadió.
El rápido desmoronamiento de la coalición entre derechistas e izquierdistas podría llevar al presidente de la república, Sergio Mattarella, a disolver el Parlamento, lo que abriría el camino a elecciones anticipadas, que posiblemente se realizarían a finales de septiembre.
El jefe de gobierno, llamado por el presidente a salvar a Italia en febrero de 2021 en un momento de crisis social, económica y sanitaria por la pandemia de covid-19, deberá presentar de nuevo su renuncia ante Mattarella, quien esta vez la tendrá que aceptar.
La agitación dentro del gobierno llevó a Draghi a presentar su renuncia el pasado día 14, pero el presidente la rechazó y le pidió que pusiera a prueba en el Senado el apoyo a su gobierno.
La crisis gubernamental fue abierta por los grupos antisistema la semana pasada, al considerar que varios puntos de un decreto-ley clave propuesto por el premier eran contrarios a sus principios.
Antes de la votación, el ex jefe del Banco Central Europeo expuso en el Parlamento las condiciones para seguir gobernando y salir de la actual crisis que atraviesa Italia al proponer un nuevo “pacto” político entre las partes.
En su discurso, pidió directamente a los partidos de su amplia coalición de unidad nacional que decidieran su futuro en el cargo y dejó abierta la puerta para seguir en el poder, aunque dictó claramente sus condiciones.
“La única forma de avanzar si queremos permanecer juntos es reconstruir un pacto (de gobierno) con valentía, desinterés y credibilidad”, propuso. Draghi explicó los motivos de su dimisión la semana pasada y enumeró las reformas pendientes que necesitan el apoyo de los partidos.