Ciudad de México. Las grabaciones más conocidas de Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri (1907-1990) son las que hizo poco antes de su retiro, o incluso habiendo ya dejado sus actividades profesionales. Aunque gracias a ellas las posteriores generaciones de niñas y niños han podido disfrutar de sus canciones, la parte más prolífica de la vida del cantautor veracruzano había permanecido solamente accesible a los que lo escucharon por la radio de los años 40 y 50.

“Escuchamos a un Pancho Gabilondo un poco cansado”, señaló Óscar Gabilondo, director de la fundación dedicada al autor y nieto del mismo. “¿Por qué? Porque hay unos discos que se hicieron poco antes de que se retirara, y otros entraron al estudio cuando él ya se había retirado”, describió en conferencia de prensa.

En su programa, transmitido durante más de 25 años, Gabilondo Soler narraba historias a los radioescuchas que se reunían en familia a sintonizar la XEW. La faceta que más reconocimiento le otorgaría al veracruzano surgió de la motivación de su esposa y agente, Rosario Patiño Domínguez, quien lo convenció de aprovechar su talento para componer canciones infantiles, y quien además le consiguió a su primer patrocinador, la Lotería Nacional.

En su punto de mayor auge, el programa llegó a transmitirse todos los días. De modo que constantemente aparecían canciones que con los años se volverían clásicos infantiles. Para condensar esos trabajos y traerlos a las nuevas formas de escuchar música disponibles en la actualidad, la Fundación Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri realizó un trabajo de selección y remasterización de esas obras en nueve álbumes.

“Mucho de este material, contenido en estos álbumes, incluye piezas que jamás se pusieron en un disco, otras que son muy conocidas pero en versión en vivo, y otras no tan conocidas”, detalló el nieto del autor. Temas como El chivo ciclista, El pato bizco o Los conejos panaderos, y piezas populares como El ratón vaquero, Cochinitos dormilones o El chorrito se encuentran en dicha recopilación.

“En estos discos se manifiesta cómo era el autor, entonces tienen un valor incalculable al tomarlas de esa manera”, subrayó Gerardo Australia, productor y curador de la selección, que llevó años terminar debido a la gran cantidad de material de archivo. “Vale la pena utilizarlo como herramienta para enseñar a las nuevas generaciones quién fue uno de los más espectaculares compositores de música infantil de habla hispana, Francisco Gabilondo Soler”, destacó.

Para Australia, también músico y divulgador de la historia musical, es en la ejecución en vivo “donde podemos ver la destreza y la habilidad de aquel Francisco Gabilondo Soler, y cómo se hizo famoso”. Durante los programas de radio, a diferencia de las grabaciones en las que ya conocía los temas, el veracruzano tenía el ímpetu de quien desea el éxito, “y se siente la frescura en su voz, en su manera de ejecución. Esa interpretación con ganas de salir, de que la gente lo aceptara, de dar en el gusto de todo el público”, sostuvo.

Aunque mucho ha cambiado en la sociedad y la forma en que ésta se percibe, Óscar Gabilondo considera que no existe ninguna mala intención en las piezas de su abuelo, por lo que sigue siendo un buen modelo para niños y niñas. “Es tan respetuosa la obra de Francisco Gabilondo Soler, hay tanto respeto por la diversidad, que aunque muchos dicen ‘que el negrito bailarín es racista’, no es cierto; le da otro concepto. Nunca juzga a nadie, al contrario, respeta y reconoce el valor especial que tiene cada persona del mundo”, señaló.

Óptica histórica

El productor del trabajo recopilatorio agregó: “Hay que escucharlo con una óptica histórica, y saber de que el vínculo de lo familiar sigue. Lo que hizo Cri-Cri a través de la radio fue unir a las familias, nos sentamos con la abuela y todos a escuchar el programa los sábados. Eso es lo que hay que mantener como una tradición viva”, añadió.

El nieto de Cri-Cri también destacó una postura que el compositor defendió respecto de su obra. “Mi abuelo no quería que se hicieran estereotipos de alguno de los personajes, sino que fueran fieles propietarios cada uno de los que escuchan la música. ¿Qué lograba con esto? y sigue consiguiendo, que los niños tengan una propiedad intelectual pura, y así, con el paso del tiempo, vamos defendiendo cada uno de nosotros a nuestro personaje”, señaló Gabilondo.

Distribuidas en los nueve discos, además de canciones, también se encuentran cortinillas de radio y cuentos. La serie ha sido llamada Colección Francisco Gabilondo Soler en vivo, su historia dentro de la radio. “Estamos llevando de nuevo el nombre porque se merece un respeto el autor, es Francisco Gabilondo Soler”, indicó.

Los álbumes ya se pueden escuchar en todas las plataformas digitales.