Ciudad de México. Ante la exigencia social, enfocada sobre todo en la mujer, de cumplir con ciertos criterios estéticos, como poseer un cuerpo delgado, la fotógrafa Patricia Aridjis (Contepec, Michoacán, 1960) desarrolló un proyecto entre 2012 y 2019 cuyos resultados se presentan con el nombre Mujeres de peso, en el Centro de la Imagen (CI).
“Había reflexionado acerca de mi propia apariencia, cómo uno va envejeciendo o su figura cambiando. Uno mismo se compra estas ideas de que tiene que ser de determinada forma porque si no cumples con estos parámetros de belleza, te colocan en un anaquel de lo invisible, de lo no atractivo, incluso provoca cierta repulsión”, expresa Aridjis en entrevista. El rechazo no sólo lo ejerce la pareja o la familia, sino también la sociedad y los ambientes laborales.
Con tres décadas de trayectoria, recién homenajeada por el Festival Internacional de la Imagen, Aridjis se dio a la tarea de retratar a una serie de mujeres tras conversar con ellas. Su idea original de hacer fotografía documental cambió de enfoque y la llevó a retratar a algunas en la intimidad de sus casas. Después, “pensé: si hablaba del cuerpo tenía que hacer fotografías de desnudo”.
Se trata de mujeres que por lo general Aridjis encontraba en la calle. Al abordarlas, les preguntaba “qué opinaban de su cuerpo. Posteriormente les explicaba que era fotógrafa y que estaba realizando un proyecto acerca de la percepción del cuerpo, y que me gustaría retratarlas. Algunas me dijeron: ‘No, claro que no’, pero varias contestaron que sí”.
Al platicar con sus futuros modelos, Aridjis asegura que “la primera capa de la cebolla era: no, la apariencia no importa; la belleza es interna. Luego hicieron comentarios muy fuertes de cómo eran rechazadas en su trabajo o por la pareja. Esas violencias sutiles que hay en el lenguaje como ‘Estás bonita, pero si estuvieras delgada te verías mucho mejor’”. Algunos de estos testimonios se reproducen en las paredes de la exposición, además de incluirse en un video de siete minutos realizado por el CI.
Son fotografías de estudio, con luces especiales, en las que se toman en cuenta diferentes factores compositivos, por ejemplo, una variación de poses y los pliegues del cuerpo que se vuelven escultóricos. Muchas de las imágenes, por su calidad artística, podrían parecer una pintura.
La mayoría de las retratadas se acomodan en sofás con la idea de fotografiarlas en posiciones más sensuales, más relajadas. El elemento sofá también “emula” las pinturas clásicas de Pedro Pablo Rubens, a la vez que se retoma un cuadro de desnudo del artista británico Lucien Freud, conocido como La gorda. Otro par de fotografías, tomadas en una cocina doméstica, recrean La maja vestida y La maja desnuda, de Francisco de Goya, aunque aquí la modelo está parada.
Cuando Ardijis empezó a hacer las fotos de desnudos, algunas chicas aceptaron con la condición de que no saliera su rostro. En vez de ver esto como una limitante, la entrevistada lo tomó como un reto porque, además, “el rostro es lo único que nos permiten mostrar desnudo”.
De esta petición surgieron las telas impresas de ambos lados de mujeres de tamaño natural, quitándose el vestido o con la cara cubierta, que se presentan al inicio de la exposición. En este confrontamiento “se observan cuerpos reales, no vistos en las revistas, la televisión o el cine. Son cuerpos que tienen pliegues, geografías y recovecos. Todos son distintos. También el cuerpo le da identidad a uno”.
Con dignidad y orgullo
En un viaje a Hermosillo, Sonora, Aridjis conoció a cuatro jóvenes que formaban parte de un colectivo de desnudo, quienes se autodenominan las “gordiamigas”. “Pedí fotografiarlas en el espacio cultural en el que nos encontrábamos. La imagen final es grande, como ellas, quienes muestran sus cuerpos con mucha dignidad y orgullo”.
Al final del recorrido hay papel y lápiz para dejar comentarios, positivos o negativos, respecto a lo que vieron, los que después se pegan en la pared. Contemplar la gordura no es cosa fácil para todo el mundo.
La exposición Mujeres de peso, de la fotógrafa Patricia Ardijis, permanecerá hasta el 21 de agosto en el Centro de la Imagen, Plaza de la Ciudadela 2, Centro.