Desde hace tres lustros el pintor Fernando Aceves Humana (Ciudad de México, 1969) ha tenido el privilegio de ejercer su oficio tanto en las excavaciones arqueológicas de Monte Albán y Atzompa, en Oaxaca, como del Templo Mayor en la Ciudad de México, lo cual le ha permitido atestiguar de primera mano hallazgos relevantes.

Ofrendas ocultas, exposición de 42 pinturas y una litografía, abierta en el Centro Cultural San Pablo, en la ciudad de Oaxaca, consiste en una serie de paisajes en gran formato y una selección de apuntes al óleo realizados en diversos contextos y campañas arqueológicas. La muestra fue curada por Jorge Contreras.

Al trabajar en zonas arqueológicas y sitios naturales, Aceves Humana disfruta la práctica de “llevar mi taller en la mochila y pintar a cielo abierto el entorno, la atmósfera, el contexto y la luz del instante”.

Busca la experiencia de fijar en el óleo “el ambiente único de los espacios rituales de las civilizaciones precolombinas. Esta exploración a lugares de difícil acceso, en sitios públicos o que no lo son, asesorado por los arqueólogos y los equipos de investigadores, me ha permitido pintar los hallazgos en las excavaciones y el entorno mientras indago con mi oficio el contexto del lugar y ofrezco al tiempo el testimonio de un instante trascendente de la arqueología mexicana”.

Dado que los mitos nacen del influjo del entorno y de la morfología del territorio, “procuro pintar en sitios naturales que antaño fueron venerados o que aun reciben peregrinos para recrear los paisajes naturales que inspiraron la creación de las deidades prehispánicas”.

Para la serie sobre los sitios naturales que inspiraron la creación de los mitos prehispánicos, el artista ha pedido asesoría al arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, quien le ha sugerido sobre los sitios que considera relevantes para ir a pintar.

Su interés por trabajar en Monte Albán nació al ver en 1998 cuadros de Gilberto Aceves Navarro sobre el lugar, ya que el sitio comprende un sistema “extraordinario” de plataformas. Los cerros de Monte Albán y Atzompa fueron “cortados, nivelados, conforme el pasar de los astros”.

Su procedimiento consiste en “volverme un objeto más en el paisaje. Estoy callado mientras trabajo sobre mis piernas formatos pequeños. Trato de hacer una comprensión de nuestro pasado por medio de la pintura y, al mismo tiempo, documentar los trabajos de rescate arqueológico”.

Aceves Humana entró a Monte Albán por primera vez hace 24 años, “pidiendo chance de llevar mi cajita de colores. Cada momento se volvió único e irrepetible. Durante este lapso he llevado a cabo un análisis de la luz, de cómo reacciona y cambia el paisaje en ciertos momentos”.

En Monte Albán y Atzompa pintó de 2007 a 2020. Trabajó en la excavación de Atzompa que dirigió Nelly Robles, cuando en 2011 se encontró la Tumba Zapoteca del Señor 8 Temblor y la Señora Agua.

Entre 2009 y 2019, Aceves Humana laboró en las excavaciones del proyecto Templo Mayor, a cargo de Leonardo López Luján. También formó parte de la expedición que dirigió Guillermo de Anda en 2019 en la cueva de Balamkú, Yucatán, sellada durante mil años, donde se encontraron ofrendas de cerámicas e incensarios de estilo tolteca consagradas a Tláloc y depositadas en plena zona maya.

El artista trabajó de 2019 a 2020 en la excavación en el Huei Tzompantli, de la antigua capital mexica, coordinada por los arqueólogos Raúl Barrera y Lorena Vázquez Vallín.

Al mirar las ofrendas, Aceves Humana siente “gratitud y sorpresa. Me interesa la experiencia de estar allí y ejercer mi oficio en estos espacios sagrados. Me llena de emoción tratar de entender y leer a mi manera lo que pasa ante mis ojos”. El entrevistado recuerda la relación de “simbiosis entre los artistas y los arqueólogos que, con la invención de la fotografía, se perdió”.

Ofrenda ocultas se muestra en el Centro Cultural San Pablo, Hidalgo 907, Centro Histórico, Oaxaca.