El martes pasado murió una leona africana en el predio de la Fundación Black Jaguar White Tiger, en el Ajusco, y que era parte de los 177 grandes felinos hallados en el lugar en un estado de salud muy delicado y que requerían atención médica especializada inmediata, informó el presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, Ernesto Zazueta.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente reportó que el deceso del ejemplar no fue por falta de alimentos, ya que desde que se realizó la inspección al predio hace 16 días a los animales se les ha estabilizado con medicamentos y se les ha dotado de comida, todo como forma de preparación para ser trasladados a los sitios donde serán albergados, y agregó que la necropsia forma parte del proceso de investigación legal en curso.

Zazueta dijo que al empezar la inspección y atestiguar la grave situación en la que se encontraban los animales en ese lugar, las autoridades sólo autorizaron el traslado de ocho felinos y 14 primates al Zoológico de Chapultepec, “los demás permanecieron ahí y sin que médicos especialistas pudiesen tener acceso, por lo que previsiblemente existía la posibilidad de que ocurriera la pérdida de ejemplares”.

Urgió a las autoridades “a que autoricen el traslado de felinos a las instituciones ya autorizadas y verificadas por ellos mismos”. A Chapultepec fueron llevados 22 ejemplares rescatados en ese predio.