Teherán. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó ayer en Irán que hubo avances en las negociaciones sobre la exportación de granos a través del Mar Negro, y agradeció la mediación de su par turco, Recep Tayyip Erdogan, al tiempo que exigió a las potencias occidentales levantar las restricciones a la exportación de granos rusos.
“Es verdad que todavía no se han solucionado todas las cuestiones, pero hay movimientos, y eso es algo bueno”, declaró aquí Putin en su primera visita fuera de la esfera de la ex Unión Soviética desde que comenzó la “operación especial” de sus fuerzas armadas en Ucrania.
El mandatario ruso agradeció a Erdogan que haya propuesto una “plataforma turca para las negociaciones” sobre la exportación de cereales, en alusión al mecanismo acordado entre Rusia, Ucrania, Turquía y la Organización de Naciones Unidas la semana pasada, tras una reunión a cuatro bandas en Estambul.
El ministerio ruso de Defensa indicó el viernes que dentro de poco estará listo un documento final que permita la exportación de granos. El acuerdo permitiría la salida por el Mar Negro de 20 millones de toneladas de granos bloqueados en los puertos ucranios debido a la ofensiva rusa.
Pero Putin también exigió a las potencias occidentales levantar las restricciones a la exportación de grano ruso. “Facilitaremos la exportación de cereales ucranios, pero sobre la base de que se levanten todas las restricciones relacionadas con las entregas aéreas para la exportación de cereales rusos”, sentenció, de acuerdo con la agencia Tass.
Putin y Erdogan se reunieron en Teherán con su homólogo iraní, Ebrahim Raisi, para hablar del conflicto en Siria y la guerra en Ucrania. La reunión tripartita tiene lugar días después de la gira del presidente estadunidense, Joe Biden, por Medio Oriente, donde visitó Israel y Arabia Saudita, dos países hostiles a Irán.
Putin y Raisi examinaron la cooperación bilateral, centrando la discusión en el desarrollo de las relaciones en el comercio, la energía y el transporte.
El presidente ruso destacó que las relaciones de Moscú y Teherán “se desarrollan a buen ritmo”, y resaltó que los países “fortalecen su cooperación en materia de seguridad internacional y contribuyen considerablemente a resolver la crisis siria”.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, comentó a Putin que Teherán y Moscú deben permanecer vigilantes frente al “engaño occidental” y pidió reforzar “la cooperación a largo plazo” con Rusia en materia energética.
Antes de la llegada de Putin, la Compañía Nacional de Petróleo de Irán y el productor de gas ruso Gazprom firmaron un memorando de entendimiento por unos 40 mil millones de dólares.
Erdogan afirmó que Ankara confía en contar con el “apoyo de Rusia e Irán en la lucha contra el terrorismo” en Siria, al subrayar que las palabras no bastan.
“No hay lugar en la región para los movimientos terroristas separatistas y sus aliados, esto debe quedar claro para todos. Continuaremos nuestra lucha contra las organizaciones terroristas”, manifestó el jefe del Estado turco.
En un comunicado conjunto, Irán, Turquía y Rusia “reafirmaron la determinación de continuar con su cooperación actual con el fin de eliminar a los individuos, grupos, proyectos y entidades terroristas”.
Pero también expresaron su oposición a los intentos de crear “nuevas realidades sobre el terreno con el pretexto de combatir el terrorismo, incluidas las ilegítimas iniciativas de autogobierno y las agendas separatistas”.
Turquía lanzó varias ofensivas desde 2016 en Siria contra el yihadista Estado Islámico y los combatientes kurdos de la región semiautónoma del noreste del país, rica en petróleo. El portavoz del presidente turco, Ibrahim Kalin, anunció a finales de junio la disposición de Ankara a lanzar una nueva operación militar en el norte de Siria.
Raisi defendió en la reunión que la solución al conflicto de la guerra en Siria debe ser “política”.
Jamenei se opusó a una nueva ofensiva militar en Siria. “Cualquier ataque será perjudicial para Turquía y toda la región, y beneficiará a los terroristas”, aseguró.
Alexander Lavrentyev, el hombre clave del Kremlin en Siria, fue citado por la agencia de noticias Tass al señalar que Rusia “está haciendo esfuerzos para convencer a los líderes turcos de que no recurran a soluciones contundentes”.
Nueva inteligencia de Estados Unidos afirma que Rusia planea mantener permanentemente el territorio que capturó en Ucrania. La anexión significaría que el Kremlin consideraría cualquier ataque en el área como un ataque a Rusia misma. Vía Graphic News.