Washington. Los traficantes de personas “recurren a la corrupción para que los gobiernos se hagan de la vista gorda”, afirmó ayer Estados Unidos al presentar su informe anual sobre la trata, en el cual Cuba, Venezuela y Nicaragua siguen en la lista negra.
Hay 25 millones de víctimas de trata en el mundo, afirmó el secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, durante la presentación, e insistió en que “la corrupción sigue siendo la principal herramienta de los traficantes” de personas.
“Funcionarios gubernamentales cómplices pueden proporcionar documentación falsa a los trabajadores y alertar a los traficantes”, lo cual les permite actuar con impunidad, añadió.
Cuba, Venezuela y Nicaragua ocupan el nivel 3, es decir aquel en el que los gobiernos incumplen los estándares mínimos de lucha contra la trata de personas, junto con Malasia, Afganistán, Eritrea, Guinea Bisáu, Irán, Myanmar, Corea del Norte, Rusia, Sudán del Sur, Siria y Turkmenistán.
Según Estados Unidos, en algunos de esos países los gobiernos participan en la trata, por ejemplo, mediante trabajos forzados en sectores como la minería, la tala o la agricultura, incluso envían a miembros de grupos étnicos minoritarios para ser “desradicalizados” en campos de labor, o mandan trabajadores a otros países sin decirles adónde van, confiscan sus pasaportes, salarios y vigilan sus movimientos.
Pone el ejemplo de Cuba, que sigue “una política o patrón gubernamental” para sacar provecho de “programas de exportación laboral con fuertes indicios de trabajo forzoso, particularmente su programa de misiones médicas en el extranjero”.
Cuba vende servicios a países terceros a través de las llamadas “misiones internacionalistas” que incluyen actividades médicas que califica de “esfuerzo solidario”.
No obstante, en el informe el Departamento de Estado observa que Cuba “tomó algunas medidas” contra la trata como la investigación, el enjuiciamiento y la condena de traficantes.
También ha visto “algunas medidas” del gobierno nicaragüense de Daniel Ortega como “el juicio a ocho presuntos traficantes de personas y condena a otros cuatro”, pero le reprocha que siga restando importancia a la gravedad de la trata en Nicaragua, donde la corrupción es “endémica”.
Ante el deterioro de la economía y la crisis política en Venezuela, más de 6 millones de personas han huido del país y los delincuentes se aprovechan de ello: en 2021, los traficantes atrajeron a mujeres, algunas de ellas transgénero, a España y Alemania con falsas promesas de empleo y las sometieron a procedimientos quirúrgicos forzados para explotarlas sexualmente.