Familiares de internos en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Villa Comaltitlán, Chiapas, se manifestaron ayer fuera de Palacio Nacional para demandar mejores condiciones de salud, alimentación y trato para la población penitenciaria.
Pidieron la destitución de la directora de la prisión, Érika Tenopala Chaussee, y del jefe de seguridad del penal, Pablo Guillén Morales. Acusaron que en dicho centro no hay médicos y los presos reciben pocos alimentos y en mal estado.
Susana Salas García señaló que su esposo, preso en el Cefereso, le ha asegurado que los internos “no tienen atención médica. Él tiene sinusitis crónica y no recibe atención. Me ha dicho muchas veces que la comida está echada a perder y no se puede comer. Los diabéticos no reciben dietas adecuadas ni medicamentos, tampoco los hipertensos”.
Indicó que por ello los reos están en huelga desde el 4 de julio pasado. “No consumen lo que ahí les dan, sino lo que les venden dentro”.
Los manifestantes entregaron una lista de demandas a Atención Ciudadana de Presidencia, la cual se suma a las quejas presentadas ante la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Por este caso, la semana pasada la CNDH emitió medidas cautelares al Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social para que, entre otras acciones, salvaguarde la vida e integridad de la población carcelaria.